El 3 de diciembre, D’Alessio será trasladado desde Ezeiza a Dolores y ahí declarará ante Curi. Como se sabe, Ramos Padilla fue exigente en que se cumpla con la ley que obliga a grabar esas declaraciones de manera que no haya margen para negociaciones espúreas del estilo de “decime tal cosa o tal otra y a cambio te doy tal beneficio”.

Lo decisivo serán las pruebas que pueda aportar D’Alessio para respaldar sus dichos. En su casa se encontraron membretes falsos de la Embajada de Estados Unidos y del Ministerio de Defensa de Israel, así como placas falsas de la DEA y sirenas apócrifas de las que se ponen arriba de los patrulleros. O sea que D’Alessio tiene un largo historial del truchadas, combinado con reales extorsiones, causas armadas, espionaje ilegal y vínculos con la Agencia Federal de Inteligencia.