La empresa textil Alpargatas avanza con el cierre de sus plantas en el interior del país y suma más despidos a lista que inauguró a principio de año. La compañía brasilera aplicó ahora en su fábrica de Chaco el mismo plan de ajuste que ya sufrieron sus filiales en Catamarca, La Pampa y Tucumán: despidió a sus 30 trabajadores y puso a la venta sus instalaciones.
“Ésta planta de Sáenz Peña es la única que tiene la empresa Alpargatas en el Chaco. Hace 65 años que Alpargatas le compró la fábrica a Fibramalva. Ya nos avisaron que a fin de año cierran todo, venden y se van del Chaco”, lamentó Dante Quintana, dirigente del gremio Sindicato de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores de Algodón (Stadyca) del Chaco. Quintana confirmó que todos los trabajadores de esa planta, unos 30 empleados, ya recibieron los telegramas de despido. La fábrica llegó a tener 74 empleados a principio de año, antes de que la empresa comenzara a anunciar cesantías.
Los trabajadores definieron a la decisión de la compañía como “un golpe socio económico muy fuerte para Sáenz Peña”, la segunda ciudad más grande del Chacho en la que viven unas cien mil personas. “El dinero de esos sueldos dejará de circular en el circuito comercial local. Las indemnizaciones de los despidos primero irán para cancelar deudas y con el resto se verá que se hace”, advirtió el gremialista.
La crisis de Alpargatas no se circunscribe a su planta chaqueña. El referente gremial de Chaco aseguró que el cierre de la planta responde a la fuerte caída de la actividad, que según los indicadores económicos arrojan una contracción del 9 por ciento y un acumulado del 30 por ciento desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri. “Este año se desmotaron 3.700 toneladas de algodón, cuando en 2017 habían sido 20.000 y en años anteriores más de 40.000 toneladas por año”, explicó Quintana, quien relacionó la situación con “la impresionante caída en el consumo interno de ropas, hilados y telas”. “No es que no haya algodón, hubo mucho y va a haber en mayor cantidad para la campaña próxima. Pero la empresa desmota únicamente lo que les hace falta para sus hilanderías y como las ventas han caído estrepitosamente llegamos a este lamentable final”, puntualizó.
A mediados de septiembre, la firma Alpargatas Argentina pidió al Gobierno nacional que le otorgue el Procedimiento Preventivo de Crisis e hizo oficial la venta del 22,5 por ciento de la operación local al grupo brasileño Sforza. La empresa líder en calzado contaba hasta ese momento con siete plantas industriales: cuatro destinadas al negocio textil en Corrientes, Buenos Aires, Catamarca y Chaco; y tres dedicadas al negocio de calzado en Tucumán, Catamarca y La Pampa. Estas tres fueron las que sufrieron un brutal ajuste, aunque la situación es generalizada en todas las fábricas.
Días después de obtener el plan de crisis, la firma confirmó el cierre de dos plantas de producción: Calzados Catamarca, donde despidió a 170 trabajadores, y Alpargatas (Ex Calzar) en la ciudad pampeana de Santa Rosa, donde 132 operarios perdieron sus empleos. La planta operada por la empresa brasileña en la ciudad correntina de Bella Vista también está en crisis y, según sus propios trabajadores, por ahora “no se ve ningún tipo de reactivación”, por lo que hay preocupación por los 400 puestos de trabajo. Roberto Vandecaveye, delegado de la Asociación Obrera Textil correntina, explicó que allí “continúa el trabajo reducido, de lunes a viernes, con muy poca actividad, maquinas paradas y sectores de la planta sin luces”.