El FMI, o sea Estados Unidos, entregó millones de dólares a una economía que ya no tenía suficientes divisas sólo por una decisión geopolítica de sostener a un gobierno de derecha para frenar el regreso al poder de una fuerza populista. Fracasaron en ese intento. El resultado de las urnas de este domingo fue un golpe certero a esa ambición.

Los inmensos costos de este nuevo experimento neoliberal, hegemonizado por un régimen de valorización financiera, se han empezado a padecer desde hace varios meses. Pero, lamentablemente, de acuerdo a otras crisis traumáticas, recién a partir de ahora se empezará a observar el peor rostro del desastre económico cuya exclusiva responsabilidad es del gobierno de Mauricio Macri.