La Cámara baja empezó a formalizar a partir de este mediodía su nueva conformación con la jura de los 130 nuevos diputados y un delicado equilibrio de fuerzas entre los bloques del Frente de Todos y de Cambiemos que debutará a partir del 10 de diciembre con la discusión del primer Presupuesto del presidente electo, Alberto Fernández.
Pasadas apenas las 13 y conducida por el diputado Gonzalo Del Cerro, comenzó la sesión preparatoria en la que prestan juramento los legisladores que resultaron electos en octubre pasado y además se votarán a las nuevas autoridades de la Cámara baja.
La orquesta de cámara del Congreso entonó las estrofas del himno nacional. Mientras en los balcones del recinto se podía ver a muchos militantes, allegados y a familiares de los legisladores que prestarán juramento.
El primero en jurar fue el diputado Martín Antonio Verón Garay. Luego le tocó el turno a un cuarteto, entre los que estaba Mónica Frade, quien entre otras cosas, juró por “la humanista Elisa Carrió”. Desde los palcos bajaron algunos comentarios y silbidos.
A su turno, los diputados electos Sergio Massa, Cristina Alvarez Rodríguez, Carlos Castagneto, Andrés Larroque y Graciela Camaño, juraron –los cinco– al mismo tiempo. Tras el “sí, juro” los aplausos colmaron casi la totalidad del recinto.
La legisladora de Almirante Brown, María Rosa Martínez, juró “por los 30 mil que aún caminan entre nosotros” y la diputada electa Florencia Lampreabe juró por “Néstor (Kirchner), Cristina y la militancia”. Junto a ella, también prestó juramente Máximo Kirchner quien utilizó una frase de la canción “Ya nadie va a escuchar tu remera”, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota: “En este día y cada día. Sí, juro”. Los aplausos volvieron a retumbar dentro del recinto.
Posteriormente le tocó el turno a María Lujan Rey, madre de Lucas Menghini Rey, el joven que fue encontrado dentro de la formación del Sarmiento 57 horas después del accidente que terminó con la vida de 52 personas. Ella juró “por las víctimas de la corrupción”.
En las últimas horas, los pasillos de la Cámara de Diputados eran una romería de legisladores, en momentos decisivos para la designación de autoridades. Alberto Fernández, de hecho, reservó un hueco de su agenda para mostrarse –este martes– con Máximo Kirchner, Sergio Massa y el nuevo bloque del Frente de Todos, que tendrá una composición en torno a los 121 diputados, la primera minoría. Se necesitan 129 para el quórum propio.
El lunes, los principales diputados de los dos bloques mayoritarios se habían encontrado en las oficinas de la presidencia de la Cámara que Emilio Monzó, todavía a cargo, prestó para la ocasión. Massa, el titular entrante que ya empezó a acondicionar el despacho, recibió por la tarde a Máximo K, Cecilia Moreau, Mario Negri, Cristian Ritondo, Álvaro González y Maximiliano Ferraro para negociar lugares y conversar sobre la agenda legislativa, en horas en que el hijo de la ex presidente comenzó a robustecer su poder parlamentario.
El titular de la bancada del Frente de Todos, una jefatura que terminó de consolidar la semana pasada con la mudanza de Agustín Rossi al nuevo gabinete nacional y oficializó ayer con la presencia del presidente electo, colocó a Rodrigo “Rodra” Rodríguez, de la agrupación La Cámpora, al frente de la Secretaría Administrativa, que maneja el presupuesto de la Cámara. Florencia Romano, del riñón de Monzó, que ocupaba ese lugar, quedará de prosecretaria.
El encuentro, con Massa de anfitrión, fue cordial y productivo, según las fuentes. Se avanzó en la necesidad de discutir, después del 10 de diciembre, el presupuesto con el que contará Fernández el año próximo. Desde Cambiemos pidieron alguna precisión más de la agenda legislativa, pero no hubo mayores detalles.
La posibilidad de sesionar en enero, en sesiones extraordinarias, no está clara. Era una idea que había propuesto Massa en su nuevo rol, pero pierde fuerza. Se complica la logística, en primer lugar. La última vez que el Congreso abrió sus puertas para que la Cámara baja sesione en enero fue en el 2002, tras la debacle social y política de fines del 2001. Se votó, por ejemplo, el fin de la convertibilidad.
Por estas horas, en Cambiemos terminaban de definir a las autoridades que esta tarde deberían empezar a tener un rol protagónico. La jefatura de Negri del interbloque de 116 diputados se formalizó anoche. El diputado cordobés, que renueva su mandato, había tenido una dura disputa interna con Alfredo Cornejo, que se encaminaba a ocupar una de las vicepresidencias.
La vicepresidencia primera, reservada para Cambiemos, se definía entre Álvaro González y Omar de Marchi, ambos del PRO.
En la Cámara baja nadie se animaba hasta ayer, de todos modos, a pronosticar unidad a partir de los próximos meses. La continuidad de los diputados que responden a Monzó, que la semana pasada se lanzó en la provincia de Buenos Aires de cara al 2023 y que coquetea con un espacio moderado con conversaciones con el PJ, pende de un hilo.
Sebastián García de Luca, todavía viceministro del Interior -uno de los que jura a partir de este mediodía- es el que más tensa la cuerda. Tiene una disputa con Ritondo, jefe del bloque ungido por Mauricio Macri y por María Eugenia Vidal, enemistada con Monzó.
La reunión que los diputados del PRO mantuvieron este martes duró casi cinco horas. Terminó entrada la noche. Hubo acaloradas discusiones. La homogeneidad de ese bloque es una quimera.
La Coalición Cívica de Elisa Carrió, que renunció a su banca a partir del 1 de marzo, tendrá 14 diputados.
Ayer, además, Massa logró la conformación de un interbloque con una decena de legisladores, liderado por el mendocino José Luis Ramón, y que incluye a tres diputados del PRO que dejaron la bancada de Cambiemos: Beatriz Ávila, Pablo Ansaloni y Antonio Carambia. Ramón entabló en esta semana un vínculo estrechísimo con Massa, aseguraron fuentes parlamentarias.
En el caso del PJ no K, anoche se materializó un interbloque de diez diputados del peronismo bonaerense y de Córdoba -los que responden a Juan Schiaretti-, entre ellos Eduardo Bucca y Graciela Camaño, que hoy reelige su banca y que se erige como una legisladora de peso en la cámara. Buca presidirá el bloque, llamado Interbloque Federal.
Con ese escenario, Diputados se encamina a consolidar una mayoría del PJ K con preponderancia de Máximo Kirchner y la presidencia de Massa. En el Senado, Cristina Kirchner ya había armado una bancada de unos 40 senadores. Con quórum propio.