reducido a su mínima expresión. Estábamos peleando contra los fondos buitre, que finalmente se volvió a endeudar el país. Dijeron que si hacíamos lo que ellos querían iban a venir las inversiones y lo único que volvió fue el FMI. Porque además, a quién se le ocurrió firmar con el FMI, un 20 de junio, algún día les tendremos que preguntar, ¿lo hicieron a propósito?”, expresó CFK, mientras el público gritaba “Macri gato”, “antipatria”.

“Es una Argentina, una Santa Fe, una Rosario, con dificultades más graves y más profundas, porque de los problemas que teníamos no sólo no resolvieron ninguno sino

que los potenciaron y profundizaron a límites exponenciales”.

Hubo una referencia nítida al acto de Macri a la mañana, pero sin nombrarlo. “¿Era necesario en un colegio rodeado de chiquitos insultar a un gremialista?”, preguntó y luego, le recordó que “se trata del mismo gremialista que estaba con él (Macri) el 17 de octubre de 2015 cuando inauguraron un busto de Perón”. No obvió que tuvo “diferencias” con Moyano pero afirmó: “Realmente, además de mal gusto (lo de Macri) me parece desmemoriado, porque hace cuatro años no le parecía tan mal”.

Cristina rescató “el espíritu del Bicentenario” y, cuando le preguntaron sobre las reiteradas acusaciones de que a ella la manejaban los hombres (Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde y hasta su hijo Máximo) preguntó “¿Nadie dijo que al actual presidente lo maneja Christine Lagarde?” Reiteró una idea fuerza: “Si yo hubiera hecho lo que querían los grupos