Empezó la temporada de cacería contra Abel Albino. Unos, para extinguir sus ideas. Otros, para sumarlo a alguna lista que le de más chances electorales.
Convicciones vs oportunismo. No todos los que votaron distinto a lo que les pedían desde sus partidos en torno a la ley que legalizaba el aborto lo hicieron “por convicciones”, como pudieron alegar. Atentos al poroteo de la opinión pública, muchos legisladores, en ambas Cámaras, salieron a testear algo más vil pero más productivo que tener en claro el tema: si lo volverían a votar o no. Pero acá aparece un dilema que no permite dirimir claramente cuál es el origen de la falsedad con la que se toman decisiones: sectores militantes de un lado y otro exigían votos, no convicciones. Dicho de otra manera, poco les importaba convencer cuando el objetivo era aplastar al otro. ¿Quién es más político? ¿De que lado están los farsantes? Somos una sociedad rara…
Preservativos. Cuando Abel Albino dijo lo que dijo en el Senado, hasta la Fundación Coni salió a despegarse de sus dichos (hacé clic aquí para leerlo). “Ante todo, que las mencionadas afirmaciones fueron efectuadas por el Dr. Abel Albino a título personal no en representación de la Fundación CONIN y por lo tanto no suponen una toma de posición, ni que la compartamos como Fundación en cuanto tal”, dice uno de los varios párrafos del comunicado. Pero no fueron los únicos. En esa oportunidad se armó un escándalo que hasta desde el sector puntual del catolicismo en el que profesa el pediatra se enojaron por su actitud. Fue la oportunidad para que el senador Julio Cobos, por ejemplo, emitiera un tuit para el lado en que corrían todos, en ese momento:
Mal rato. De paso, como nunca antes (acostumbrado a sobadas al paso) el exgobernador y ex vicepresidente Cobos fue encarado en su retorno a Mendoza desde Buenos Aires en el avión por mujeres que viajaban y le reclamaron su voto contra la ley IVE que había propuesto Macri.
Castidad para todos. Pasó un largo trecho y el debate por el aborto se vio empañado por fanatismos que chocaban y tergiversaciones del punto central del asunto, que era (y al final, lo sigue siendo) la clandestinidad del aborto. Porque si no se pueden usar preservativos, no se pueden tomar pastillas “del día después” y ni siquiera se puede tener sexo por placer, tampoco aprobarían educación sexual sino que lo que se quiere desde sectores extremos y fanáticos es reclutar más monjas y curas con votos de castidad de muy difícil cumplimiento.
Pausa musical:
Cazar al último dinosaurio. Una de las consecuencias colaterales del debate que no fue tal, sino una verdadera guerra medieval, fue la decisión del FIT de salir a cazar al “último dinosaurio” en el que se convirtió Albino al contradecir todos los planteos científicos en vigencia en el mundo. Claro que ya, salir a cazarlo, representa un exceso en esa “guerra”. Entonces los trotskistas del FIT hallaron que Albino había sido empoderado como “ciudadano ilustre” de Guaymallén en 2005, cuando el Partido Demócrata aún tenía concejales, y militaron su destitución de tal consideración, ya otorgada. Consiguieron, en principio, el apoyo de radicales y peronistas, lo cual generó un lío de proporciones en esos otros partidos. Porque este tipo de iniciativas son las únicas que unen hacia adentro de un FIT también atormentado por sus disputas internas. Pero para los otros representa un problema. Tanto, que los kirchneristas del bloque peronista (en el que solo quedan 3 ediles en ese municipio tras los gobiernos de Pardal, Abraham y Lobos) se dieron vuelta y respaldaron a Albino cuando desde sus sectores se lo atacaba. Los radicales se metieron en un brete: Marcelino no banca el pensamiento de Albino desde siempre. Pero ahora los del PRO en la comuna y hasta su colega intendente de Las Heras, el también cobista Daniel Orozco, salieron a cruzarlos.
“Desalbinicemos Mendoza”. “Hay que desalbinizar, hay que desalbinizar”, parece ser el grito de guerra del FIT que está buscando en dónde más repudiar al médico que, a estas alturas, está recluido en sus ideas muy personales e intenta pegarse solamente a la actividad de Conin que, al final, todos terminan rescatando. La Municipalidad de Mendoza jamás le otorgó al médico un título de “ciudadano ilustre”, sino una mención menor. Pero la Legislaura sí lo premió. El concejal Carlos Espeche, autor de la disposición de Guaymallén, le dijo a MDZ Radio que él ya presentó “15 proyectos” y los explicó: “repudio a esto, condena a aquello, repudio a tal cosa, condena a tal otra”. ¿Esos son proyectos? Imaginemos ingenieros proyectando así: “Vería con agrado que un edificio de papel no se venga abajo”. No: las ocurrencias también son cosa del pasado. Ahora hay que proyectar cosas con principio, desarrollo y fin en beneficio público y con presupuesto posible. El resto es cháchara. El asunto es que mucha gente todavía se engancha en el “de la boca para afuera”. Por izquierda y por derecha. Contra el aborto y a favor del aborto. Nunca por el medio, por el bien común.
“Albinizar, hay que albinizar”. Entonces, están los “genios” de la vieja política, que muestran sus ojitos brillantes desencajados por conseguir que Abel Albino les acepte una candidatura. A cualquier cosa. A algo: concejal, diputado, senador. Nunca un cargo ejecutivo, salvo, los partiditos que se forman ad hoc para cada elección (y que terminan sumados a los frentes que arma el peronismo) que hasta sueñan con tenerlo de candidato a gobernador, pensando en las regalías que recaudarían por votos aunque no gane. Esto no es especulación: a Albino ya le han ofrecido desde todos los sectores ser candidato y él, aunque honrado -como lo ha dicho varias veces- les responde que no es su tarea. Aunque en este contexto habría que estar dentro de su cabeza para saber qué responderá y que despelote puede armar en el mundo electoral, atento a que en Mendoza mucha gente lo apoya y, solo por eso, muchos lo elogian aun si haberlo apoyado nunca ni conocerlo ni conocer sus escritos.
En pánico. Un comentario al pasar de un invitado a la “Mesa MDZ”, el camarista penal Carlos Parma, cuando recordó que pronto llegarán al país los documentos que indican cuál es la conexión argentina del monumental caso de coimas y corrupción Odebrecht, con origen en Brasil. Parma advirtió que hay una pata mendocina. Dijo algo digno de volver a leerse o escucharse:
-“Estos corruptos son peores que los delincuentes comunes. No hay nada peor que el corazón de un corrupto, porque también viven entre nosotros, son hasta bien mirados por la sociedad, lucen autos finos, viven en lugares ostentosos y saben perfectamente que le están quitando el pan y el futuro a un niño”.
Llega, llega, llegará. Parma dejó picando una pelota que nadie quiere patear. “Quédense tranquilos. Hay empresarios que van a tener que volver a arrepentirse, para saber cómo termina la madre de las batallas que empieza dentro de unos días”. Allí podría aparecer la conexión mendocina del gran escándalo.
Mirá el video de la charla sobre el “Pentágono anticorrupción”: