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Internacional

EE.UU. le pidió a Ucrania que no realizara ataques encubiertos en Rusia durante la rebelión

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Washington pidió a Kiev que no hiciera nada que intentara influir en el resultado de los acontecimientos o aprovecharse inmediatamente del caos, según funcionarios estadounidenses.

La administración Biden pidió a los funcionarios ucranianos que no llevaran a cabo ataques encubiertos dentro de Rusia mientras se producía la rebelión del grupo Wagner y les aconsejó que no hicieran nada que pudiera influir en el resultado de los acontecimientos o aprovecharse del caos, según funcionarios estadounidenses.

En el momento del contacto de Estados Unidos a Ucrania, los funcionarios estadounidenses no sabían con precisión lo que Yevgeny Prigozhin, el jefe de Wagner, había planeado, según los funcionarios estadounidenses informados de la inteligencia, pero sabían que Prigozhin quería emprender acciones militares para obligar a Sergei Shoigu, ministro de Defensa, y al general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor, a abandonar el poder.

Un hombre cruza una calle frente al Kremlin de Moscú, en el centro de Moscú, Rusia, 30 de junio de 2023. EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOVUn hombre cruza una calle frente al Kremlin de Moscú, en el centro de Moscú, Rusia, 30 de junio de 2023. EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOV

No sabían cómo pretendía hacerlo ni qué pretendía hacer con ellos, dijeron los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para hablar de información confidencial.

El acercamiento se produjo poco después de que Prigozhin iniciara su rebelión, dijeron los funcionarios.

Estrategia

Al instar a Ucrania a actuar con cautela, los funcionarios estadounidenses no querían dar al presidente Vladimir Putin una excusa para afirmar que la rebelión de Prigozhin había sido orquestada por Estados Unidos o por Ucrania.

También dijeron que creían que era improbable que una operación de gran repercusión por parte de las fuerzas ucranianas dentro de Rusia tuviera un efecto importante sobre los objetivos de Prigozhin, pero permitiría a Putin lanzar acusaciones contra Occidente, según las evaluaciones estadounidenses.

Los funcionarios estadounidenses dijeron específicamente a los funcionarios ucranianos que no era el momento de emprender ataques transfronterizos o misiones de sabotaje encubiertas, o de participar en cualquier juego que Kiev pudiera pensar que podría darles una ventaja en la guerra.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que, por lo que sabían, las unidades de inteligencia ucranianas accedieron.

La cautela parece haber funcionado, en parte, ya que los funcionarios rusos empezaron a señalar en los últimos días que no creían que Occidente estuviera detrás de la rebelión e instaron a sus embajadas a no hacer comentarios públicos al respecto.

El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró el miércoles que Moscú había reunido información que, en su opinión, demostraba que Estados Unidos había dicho a Ucrania que no se aprovechara de la rebelión.

“Se enviaron instrucciones a Kiev para que los ucranianos no utilizaran esta situación para organizar sabotajes en territorio ruso y otras provocaciones en un futuro próximo”, declaró Lavrov a la televisión rusa.

“No puedo garantizarlo al 100%, pero se trata de información fiable que parece ser cierta”.

Las declaraciones de Lavrov sugieren que el Kremlin, por una vez, no ve a Occidente como el principal culpable de la rebelión, a diferencia de los ataques dentro de Rusia que se cree que han sido llevados a cabo por Ucrania, de los que el Kremlin suele culpar a Occidente.

El Kremlin, al menos por ahora, parece decidido a culpar principalmente a Prigozhin.

Estados Unidos cree que la mayoría de los asesinatos de alto perfil y los actos de sabotaje y ataques con drones dentro de Rusia son obra de operativos o simpatizantes ucranianos que actúan en cierta medida bajo la dirección de partes del gobierno o de los servicios de inteligencia ucranianos.

Pero en muchos casos Estados Unidos no sabe con certeza quién autorizó exactamente en Ucrania las diversas operaciones.

Posiciones

Washington y Kiev han discrepado sobre el programa de acciones encubiertas de Ucrania y sobre la eficacia de las operaciones dentro de Rusia.

Altos funcionarios estadounidenses han advertido periódicamente a los ucranianos sobre sus acciones transfronterizas y encubiertas dentro de Rusia, y les han dicho en repetidas ocasiones que no utilicen material estadounidense en estas operaciones.

Algunos funcionarios ucranianos creen que los ataques encubiertos son importantes porque demuestran que Putin no es intocable y que su control del Estado no es tan fuerte como él afirma.

La cautela de Estados Unidos se debió en gran medida a la incertidumbre sobre cómo se desarrollarían los acontecimientos.

La inteligencia que las agencias de espionaje estadounidenses desarrollaron en los días previos al inicio de la rebelión no incluía los planes de Prigozhin de tomar la ciudad de Rostov del Don y luego marchar sobre Moscú, dijeron los funcionarios.

Algunos funcionarios estadounidenses creen que Prigozhin improvisó gran parte de su plan mientras avanzaba hacia Moscú.

Eso podría explicar la confusa información sobre cómo pretendía llevar a cabo el final de su rebelión, según los funcionarios.

Las autoridades estadounidenses temían un desenlace mucho más sangriento debido a los posibles enfrentamientos entre las fuerzas de Wagner que se dirigían hacia Moscú y el personal de seguridad ruso que se encontraba en el camino, según declaró un alto cargo militar estadounidense.

Pero, por razones que aún no están del todo claras, según los oficiales estadounidenses, las unidades terrestres rusas, incluida la guardia nacional rusa, no dispararon contra la columna de Prigozhin que avanzaba.

La fuerza aérea rusa, sin embargo, sí atacó a los rebeldes, pero sufrió graves pérdidas:

Al menos seis helicópteros de combate y aviones de puesto de mando aerotransportado Il-22 fueron derribados.

Funcionarios estadounidenses dijeron que creían que Prigozhin contaba con el apoyo de al menos algunos mandos o servicios de seguridad rusos.

Como ese apoyo no se materializó públicamente y el Kremlin se apresuró a montar una defensa de Moscú, movilizando a miles de efectivos de seguridad, Prigozhin empezó aparentemente a tener dudas sobre seguir adelante.

En ese momento, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, intervino con un plan para apaciguar la crisis, dando a Prigozhin una salida para salvar la cara, dijeron funcionarios estadounidenses.

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