Mariana no se fue, pensó que había sido una reacción del momento. “Yo siempre lo justifiqué, estaba enamorada”, contó la mujer en declaraciones a los medios. Víctor era alcohólico y también consumía cocaína. Ella pensaba que se ponía así por el consumo de drogas y por eso, no quería dejarlo.
El segundo ataque fue al lado de su propia hija. ” Discutimos, me agarró, y me tiró contra unas maderas. Yo quedé tirada ahí. Entonces la hija fue y le empezó a decir que era un enfermo, que no podía hacer eso”, por lo que volvió y “me pidió perdón, dándome besos, diciendo que no lo iba a hacer más”. Pero la atacó otra vez y otra vez.
En una nueva discusión, Víctor la tomó del cuello y le pegó una piña que le dejó el ojo izquierdo negro. La mujer quedó en estado de shock y él le confesó llorando: “Por favor, denunciame porque estoy enfermo y te voy a terminar matando”.
Mariana vive en un departamento en San Telmo y todavía se lo cruza en su trabajo ya que ambos son empleados del Registro Nacional de Personas.
Por haber hecho la denuncia por violencia de género ,el agresor tiene una orden de restricción, sin embargo Mariana dice que “en el trabajo me ve con las marcas de los golpes y se me rie, como si todo esto fuese divertido”, contó. “Tengo miedo que me mate”, agregó.