El Gobierno argentino viene, desde hace años, intentando cerrar litigios de pequeños y medianos bonistas que no se presentaron a los canjes, y quedaron pendientes de resolución.
Los bonos defaulteados fueron emitidos entre 1997 y 2001 en este caso, y sus tenedores originales no entraron a los canjes posteriores a la cesación de pagos de fines del 2001, que se llevaron a cabo en 2005 y 2010.
Sin embargo, estos dos fondos los compraron entre 2013 y 2014 y, con el default del 2014 durante el gobierno de Cristina Kirchner, comenzaron su reclamo judicial, mientras pedían la aceleración de la deuda respectiva.