El domingo, como reveló Clarín, se instaló con fuerza la hipótesis México: se especuló, incluso, con que Morales podría volar a Buenos Aires para alojarse en la embajada mexicana en CABA. La Casa Rosada desmintió luego que haya existido un pedido de asilo y también un pedido de autorización para sobrevolar la Argentina.
Con las horas, se consolidó la idea de una salida a México. Este lunes, Fernández habló con Álvaro García Linera -ex vicepresidente de Morales- quien le trasmitió que funcionarios y familiares de Morales se habían asilado en la embajada de México en La Paz y otros habían salido del país con destino a Lima. Eso hizo, por caso, la familia del vicepresidente renunciado.
Durante todo el fin de semana, con el grupo Puebla -formado por ex presidentes progresistas de América latina- instalado en Buenos Aires, Fernández estuvo monitoreando el epicentro de la crisis boliviana. No sólo habló al menos dos veces con Mauricio Macri, sino que estuvo, además, en contacto continuo con Cristina Kirchner, que el domingo habló con el número dos de Morales, y demoró su regreso a la Argentina desde Cuba.
Casi en rol de presidente “en ejercicio”, el sábado Fernández conversó una hora -traductora mediante- con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
París podría ser el próximo destino internacional de Fernández. Macron lo invitó, le dijo que coordinen agendas para un posible encuentro, puso a su equipo económico en contacto con el staff albertista y le prometió “ayudar” a la Argentina en la negociación con el FMI.
En la charla apareció el tema Bolivia, donde Francia tiene intereses. Fernández le trasmitió su preocupación y fue crítico de la actitud de la Organización de Estados Americanos (OEA), que emitió un dictamen sobre irregularidades en las elecciones que, según el albertismo, precipitó la intervención de las Fuerzas Armadas, paso previo a la renuncia de Morales y García Linera.
El fin de semana, el presidente electo habló en dos ocasiones con Pedro Sánchez, el mandatario de España que ganó las elecciones el domingo, pero que tendrá dificultad para formar gobierno. Lo felicitó por el triunfo y hubo un mención a la crisis en Bolivia. Fernández también había viajado a Madrid en la campaña electoral y se reunió con Sánchez.