El voluminoso expediente de la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa (18) entra en etapa de definiciones. En tanto los abogados de los papás del chico procuran dar con testigos claves, uno de ellos el llamado “sospechoso N°11” y otro, cuya aparición es más reciente, identificado como “José Gordo”, activo en un ida y vuelta de chats con uno de los rugbiers.
Del otro lado, la defensa de los rugbiers insistirá en su estrategia de corroer la labor que llevó adelante la fiscal desde que los detuvo horas después del asesinato, hace de eso cuarenta días.
Pero lo esencial pasará por los estrados de la Justicia. En primer término, el juez de Garantías debe resolver sobre la recusación a la fiscal Verónica Zamboni. Luego, la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores decidirá sobre la apelación de la prisión preventiva de los ocho detenidos. ¿Deben esperar el juicio en la cárcel?
En la primera oportunidad que tuvo, en la audiencia preliminar, un día antes de que el juez David Mancinelli dictará la preventiva para los ocho detenidos, y de que les agravara la calificación penal con la “alevosía”, el abogado Hugo Tomei pidió que se los beneficie con el arresto domiciliario con monitoreo electrónico.