“Y después me dicen, ‘eh Alcalde, tienes ojeras. Estás cansado, tienes que descansar’. ¡Cómo voy a descansar yo! Que me arriesgo todos los días como los médicos, los policías, los enfermeros, los voluntarios. ‘Los otros’ somos los que nos arriesgamos. Y los que se quedan en casa, ‘estresados’, tienen que salir. Salir a correr. El paseo del perro. Llega gente a mi casa que son de la otra punta del pueblo. ¿Ese perro cuántas vueltas tiene que dar para hacer pis? El perro tiene que salir en la zona de su casa y volver. No es un paseo. Gente con el andador que va a la casa de su hermana. ¿Cómo vas a lo de tu hermana? ¡Quedate en tu casa! ¿Lo entienden o no?”.

“Espero haber sido claro señores. Espero haber sido claro”, cerró el indignado alcalde.