Legarreta afirmó que accedió al pedido, con la aclaración de que la joven gozaba “de plena libertad para cambiar su decisión desde el momento mismo del nacimiento del niño, o en caso de mantenerse firme, hasta ratificarla luego de los 45 días posteriores al nacimiento”. Lo que no se explica en en el fallo, es qué fue lo que le dijeron los profesionales de la salud cuando la joven fue con la intención de abortar.

Soledad Deza advirtió que “en este fallo hay cuestiones severas en torno a la atención integral de esa niña. Estuvo expuesta a violaciones en sus derechos como paciente. Hay profesionales de la salud que le dijeron que era peligroso el aborto, lo que es una objeción de conciencia encubierta en pos de una maternidad forzada, objeción que se traduce en brindar información falta o sesgada que niega los peligros de un embarazo y un parto en una niña”.