El proceso contra Trump se abrió por supuestas presiones al gobierno de Ucrania para que investigue a su posible rival demócrata en las elecciones de este año, Joe Biden. De esta manera la política norteamericana cerró el capítulo del impeachment y se lanza de lleno en el año electoral.
El Senado estadounidense tuvo que votar las dos acusaciones que recayeron sobre Trump. En cuanto a los cargos por “obstrucción al Congreso” el resultado fue 53 votos contra 47. Con respecto a la acusación por “abuso de poder” el senador republicano Rommey votó junto con la bancada demócrata, lo que dejó el resultado en 52 a 48. De esa forma Rommey se convirtió en el primer legislador en la historia del país en apoyar la destitución de un presidente de su mismo partido. Para que el proceso de destitución saliera adelante era necesario llegar a los dos tercios de la cámara en alguno de los dos cargos.
Antes de la votación, el líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Chuck Schumer, hizo un llamamiento a los senadores para que votaran a favor de destituir a Trump. “El Senado debería condenar al presidente Trump, expulsarlo de la Presidencia y descalificarlo para mantener el cargo en el futuro”, dijo Schumer. El congresista también se quejó de que ese fue el primer primer juicio político en la historia que no escuchó a ningún testigo.
Días atrás el bloque republicano en el Senado votó para que no se convocaran a más testigos ni se aportaran nuevas pruebas. En el mismo sentido que Schumer se manifestó el senador Jeff Merkley. “Cuando nuestro presidente invita y presiona a un gobierno extranjero para difamar a un opositor político y corromper la integridad de nuestras elecciones presidenciales de 2020, debe ser destituido”, manifestó Merkley.
Por su parte, Trump dijo hablará este jueves al mediodía sobre el resultado del impeachment. Sin embargo, no dudó en calificar el proceso como una victoria en su cuenta de Twitter. Asimismo el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, calificó como incoherente el caso. Luego acusó a los demócratas de querer romper las reglas y escribir otras nuevas solo porque perdieron las elecciones presidenciales de 2016. “La respuesta de perder una elección no puede ser atacar la oficina del presidente”, dijo McConnell.
El senador republicano aprovechó para tirarle unos dardos a líder demócrata en el la Cámara baja Nancy Pelosi. “A lo mejor ella romperá el veredicto como rompió el discurso del Estado de la Unión”, agregó McConnell. Así hizo referencia a la jornada del martes, cuando Pelosi rompió el discurso que el presidente dio ante el Congreso.
Las críticas republicanas estuvieron puestas sobre Pelosi ya que ella fue la encargada de anunciar en septiembre que iniciarían una investigación de “impeachment” contra Trump. Lo acusaron por presionar a Ucrania mediante la congelación de 391 millones de dólares de ayuda militar crucial para este país en guerra. La información se hizo pública luego de que un funcionario de inteligencia denunciara una conversación telefónica entre Trump y su par ucraniano Volodímir Zelenski. El denunciante anónimo dijo que el presidente norteamericano había presionado a Zelenski para que investigara Biden y su hijo Hunter. Este último formaba parte del directorio de una empresa de gas ucraniana. A su vez, mientras se desarrollaba la investigación los demócratas denunciaron que Trump interfirió en su investigación. El presidente habría prohibido declara a varios de sus funcionarios. Por eso se abrió la otra acusación, por “obstrucción” al trabajo de los legistaldores demócratas.
La absolución no significará el fin de las investigaciones sobre Trump por parte de los demócratas. Varios legisladores anunciaron que llamarían al exconsejero de Seguridad Nacional John Bolton para que declare en la Cámara Baja. Bolton había manifestado tener pruebas de que Trump había presionado abiertamente al gobierno ucraniano. La negativa republicana para que declara en el juicio imposibilitó contar esa prueba, consideraba vital por los senadores de la oposición.
De esta manera llegó a su final el cuarto juicio político contra un presidente en la historia de Estados Unidos. El resultado favorable a Trump podría significar un impulso a la carrera por su reelección. El presidente cuenta con una base derechista ferozmente leal que desborda sus frecuentes actos por todo el país. Además posee una maquinaria electoral de las más aceitadas y mejor financiadas de la historia. Por su parte el partido demócrata busca un candidato que le haga frente a Trump en un proceso de elecciones internas que arrancó en Iowa y no de la mejor manera.