Sin embargo, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, aclaró que la situación puede ser aún peor en realidad. Explicó que tanto el número de enfermos como el de fallecidos seguramente son mayores a los difundidos porque muchos neoyorquinos no pudieron hacerse la prueba de la Covid-19 o fallecieron en sus casas antes de ser hospitalizados. “Detrás de todos estos números hay un individuo, una familia, una madre, un padre, un hermano, una hermana. Mucho dolor otra vez hoy”, lamentó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en su conferencia de prensa diaria.

Nueva York detectó al primer infectado por coronavirus a finales de febrero y, desde entonces, el avance desenfrenado de la enfermedad hizo que más de un cuarto de las muertes del país se concentraran en la ciudad, paralizada por una cuarentena total desde el 22 de marzo.

Todos los indicadores apuntan a que el epicentro estadounidense podría trasladarse en los próximos días o semanas al estado de Florida, con la ciudad de Miami a la cabeza. Según el reporte oficial, el estado sureño ya tiene más de 14.500 casos confirmados, 238 muertes y 1.777 hospitalizaciones. El gobernador, Ron DeSantis, impuso una orden de confinamiento obligatorio en toda Florida, aunque se permite salir a la calle a comprar y trabajar en los negocios considerados como esenciales, pasear a la mascota o hacer deporte.