Todos los clubes grandes son parte de la nueva conducción. Lo económico es uno de los factores que atemorizan a todos.
La foto es una síntesis perfecta del nuevo escenario del fútbol argentino. Aunque posen los mismos dirigentes que levantaron la mano a favor del inédito campeonato de 30 equipos, la última voluntad de Julio Grondona; aquellos que protagonizaron el histórico y tristemente célebre 38 a 38; los que fundaron la Superliga a pedir de Mauricio Macri y le dieron la estocada final a piaccere de Alberto Fernández; los actores de siempre, montados en un cambio de fondo, todavía sin poder modificar las formas. Ahí está Claudio Tapia, escoltado por los presidentes de los clubes grandes. Un decorado pretencioso. La cáscara de un proyecto que, por ahora, genera algunos interrogantes.
¿Cómo funcionará la “nueva” AFA con los viejos dirigentes? Tapia quería esta instantánea. Verse rodeado por Jorge Amor Ameal (Boca), Rodolfo D’Onofrio (River), Hugo Moyano (Independiente), Víctor Blanco (Racing) y Marcelo Tinelli (San Lorenzo). El mandamás azulgrana, además, será el presidente de la Superliga hasta su disolución; luego, dirigirá la Liga Profesional de Fútbol.