La familia Ventura, de a poco, vuelve a transitar sus días con normalidad. Aunque Pablo todavía debe participar de las ruedas de reconocimiento porque los rugbiers de Zárate lo implicaron en el ataque que terminó con la vida de Fernando Báez Sosa, la Justicia primero lo liberó y luego lo desvinculó de la agresión. Ningún testigo lo señaló como integrante de la patota que mató al joven de 20 años hace una semana.
Y fue al cumplirse la primera semana del crimen que el padre de Pablo, José Ventura, sintió la necesidad de contactarse con Silvino Báez, el padre de Fernando. Lo hizo vía WhatsApp: “Buenas tardes señor, soy el padre de Pablo Ventura, el chico que señalaban los implicados como autor del asesinato, recién lo llamé por teléfono y no me pude comunicar con usted”, señaló Ventura en el texto.
Y agregó: “Mi hijo ya está libre gracias a dios porque se demostró que el nunca había estado en Villa Gesell. Le quiero decir que su dolor es el nuestro y nos sentimos totalmente apesadumbrados por lo ocurrido; queremos hacerles llegar nuestras condolencias por lo ocurrido y vamos a luchar con uñas y dientes para que se haga Justicia por Fernando. Estamos para todo lo que necesite. Un abrazo enorme para usted y su esposa. Justicia por Fernando!!!”.
Su hijo Pablo pasó cuatro días detenido a raíz de la acusación de los rugbiers. Cuando se demostró que nunca había estado en la costa, se determinó su liberación. Ayer por la mañana, el abogado defensor del joven, Jorge Santoro, presentó el pedido de sobreseimiento en el Juzgado de Garantías N° 6 a cargo de Diego Mancinelli, quien conduce el caso.
“Creo que las pruebas que hemos presentado son concluyentes. Ninguno de los testigos ubicó a Pablo en la escena, como tampoco el auto del que se habló que salió de Gesell a Zárate”, afirmó el abogado.
Tras cuatro días detenido, el juez Mancinelli mismo le dictó la falta de méritos. Los aportes que hizo la familia fueron claves: incluían exámenes médicos que mostraban que no tenía lesiones de golpes de puño en sus manos, testimonios que lo ubicaban en Zárate y un video de cámara de seguridad de la parrilla La Querencia en la ciudad bonaerense, donde cenaba en familia la noche del crimen.
Ventura se presentó ayer en la UFI N° 6 que tramita el caso. En diálogo con Infobae, aseguró que no conocía en profundidad a los diez rugbiers acusados del crimen, que solo tuvo “un cruce de miradas” hace cuatro años con los detenidos en la disco Apsara de Zárate, donde varios testimonios los ubican en peleas.
Su abogado reconoció que evalúa denunciar a los detenidos “por daños y perjuicios por afectación a la dignidad”, aunque la palabra final sobre eventuales acciones legales la tendrá la familia misma.