Stornelli fue señalado por el denunciante original de la causa de Dolores, el empresario Pedro Etchebest, quien relató la extorsión de Marcelo D’Alessio que le prometía salvarlo de una supuesta (falsa) acusación en la causa de los cuadernos y que contó que el abogado trucho lo llevó a Pinamar, donde estaría el fiscal. Pero a lo largo de la investigación fueron surgiendo otros casos, como la denuncia del empresario venezolano Gonzalo Brusa Dovat, llevado por D’Alessio ante Stornelli a declarar para abrir una causa contra la petrolera Pdvsa mientras era presionado con una supuesta causa; también surgieron otros casos de aprietes con alguna conexión con el caso cuadernos, como el denunciado por el ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner, Pablo Barreiro, y el armado de cámaras ocultas contra abogados. Pero también fueron detectadas presuntas operaciones más ligadas a la vida personal del fiscal, como el espionaje al ex marido de su actual esposa, Jorge Castañón, un piloto de aviación con quien el propio Stornelli había tenido una amistad, y a quien habría monitoreado D’Alessio, quien incluso le ofrecía al fiscal plantarse algo ilegal en su equipaje, posiblemente droga.

Así las cosas, los dos temas claves que se vienen son la posible fecha de indagatoria y el enigma sobre qué hará el consejo evaluador, que ya tiene todo para expedirse. Algunas especulaciones hablan de un acuerdo de Stornelli con el procurador interino para jubilarse en el verano, una opción que de todos modos podría dejarlo penalmente expuesto.