En síntesis, frente a la “concreta dificultad de financiamiento de necesidades públicas provinciales” y la “magnitud del perjuicio”, la Corte ordenó a Macri que “los costos fiscales de la aplicación de los decretos sean asumidos con recursos propios del Estado nacional, sin afectar la coparticipación que corresponde a las provincias”.

 

Rosenkrantz votó en contra, sostuvo que antes de ordenar la cautelar, “debía establecerse” si las provincias “estaba legitimada para efectuar su reclamo”. Si Santa Fe tenía “legitimación activa” para demandar a la Nación. “Es llamativa esta disidencia” del presidente de la Corte, opinó el fiscal de Estado de Santa Fe. “Se ve que le falta. Porque más allá de su inclinación política” y su cercanía a Macri, Rosenkrantz se desarrolló como abogado de la actividad privada. Y esta no es una cuestión complejísima. Si la provincia no tiene legitimación activa en un proceso judicial cuando es parte del Estado federal, ¿quién la tiene? No la tiene nadie”, ironizó Saccone.