Pero el gran favorito al que postergó el argentino fue el defensor holandés Van Dijk, que obtuvo la última Champions League con el Liverpool y se había coronado mejor jugador de la UEFA en el período 2018/19.
Más allá de los méritos de Van Dijk y de la eliminación prematura de Barcelona en la Champions y el tercer puesto de Argentina en la Copa América, al final pesaron las grandes actuaciones individuales para que le dieran este premio inédito en su trayectoria ante la presencia de su familia, que viajó con él a Milán.
Producto del golazo viral que le convirtió al Real Betis, Messi estuvo también nominado para el premio Puskas, que fue creado en honor y memoria del delantero de la Selección de Hungría. El mediocampista de River Juan Fernando Quintero, también aspiraba al galardón gracias al tiro libre que le metió a Racing por la Superliga. Pero el logro se lo llevó el húngaro Dániel Zsóri, con una chilena excepcional en el torneo de su país.
Para elegir los ganadores de cada categoría, se desarrolló una votación entre el 31 de julio y el 19 de agosto con la participación de directores técnicos, hinchas, periodistas y los capitanes de las Selecciones FIFA.
El otro argentino que pujaba por un galardón era el entrenador del Tottenham, Mauricio Pochettino, como mejor DT del año, logro que se llevó el alemán Jurgen Klopp, quien se coronó campeón de la Champions con el Liverpool. El otro ternado era Josep “Pep” Guardiola, de Manchester City. En el camino quedaron otros argentinos: Ricardo Gareca, del seleccionado de Perú, y Marcelo Gallardo, de River.
Fuera de programa, apareció el primer ganador argentino: Marcelo Bielsa se llevó el premio Fair Play de la FIFA. El entrenador del Leeds recibió la distinción por el gol que su equipo se dejó hacer contra el Aston Villa y que le costó quedar en zona de play-off para el ascenso a la Premier League.