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Por año, unas 2.300 niñas de entre 10 y 14 años se convierten en madres tras ser abusadas sexualmente

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Más del 70% de los embarazos adolescentes o no son buscados o son por abuso sexual. Un flagelo que entre las chicas de 15 y 19 años bajó, pero que no cambia entre las más pequeñas. El drama de ser mamá cuando el cuerpo y la mente no están preparados para dar a luz.

En la Argentina se producen 10 partos por hora de niñas y adolescentes; y si bien en los últimos años hubo un descenso en los embarazos de chicas de 15 a 19 años, la cifra de gestaciones entre el grupo de niñas de 10 a 14 continúa estable. A su vez, el 70% de los embarazos de adolescentes que viven en el país no son buscados, es decir, algunos ocurrieron durante una relación sexual sin protección anticonceptiva o por abuso sexual e imposición.

Olga Isabel Isaza, representante adjunta de Unicef Argentina, obre esta problemática que afecta el desarrollo de miles de niñas, niños y adolescentes: “Una de las cosas que nosotros señalamos es que todavía la tasa de fecundidad en adolescentes es muy alta en la Argentina. Si bien durante los últimos años ha disminuido entre el rango etario de 15 a 19, de todas maneras, en la actualidad 50 adolescentes de cada 1.000 están teniendo un hijo, eso significa que hay 232 partos de adolescentes al día. Pero, fundamentalmente, nos preocupan los embarazos de las niñas de entre 10 y 14 años, los cuales en su mayoría son producto de abuso sexual, y hay aproximadamente 2.300 partos de niñas al año”.

“Más del 70% de esos embarazos son no intencionales, lo que quiere decir que no se dieron en las condiciones mínimas adecuadas que se recuerden tanto para que la adolescente/niña y el bebé que está por nacer estén bien”, explica.

En el marco de la Semana de la Prevención del embarazo no intencional en la adolescencia Unicef Argentina, junto a otras organizaciones, lanzó una campaña #PuedoDecidir con el fin de promover que niñas, niños, y adolescentes tengan acceso a la información, métodos anticonceptivos y que se respeten los derechos reproductivos de las y los adolescentes.

Ante estos preocupantes números, Isaza cuenta la importancia de la campaña #PuedoDecidir: “En este momento en el que se está flexibilizando la pandemia es posible que haya un aumento de relaciones sexuales entre adolescentes, y con la campaña lo que buscamos es que esas relaciones sexuales no terminen en un embarazo, que sean protegidas y saludables. Queremos que sea una decisión específica de ellos, y que estén conscientes e informados, que sepan que está en sus manos protegerse”.

Sobre la situación general de la problemática en el país, la representante adjunta de Unicef Argentina manifiesta que “no se da de la misma manera en todas las provincias” y citó como ejemplo que en las regiones NOA y NEA “hay altos índices” de embarazo adolescente. También, dijo, uno de los problemas es que las chicas y las chicos no tienen acceso a la Educación Sexual Integral (ESI) ni cuentan con métodos anticonceptivos.

Con respecto al motivo específico sobre la disminución de los embarazos en adolescentes entre 15 y 19 años, Isaza evaluó que se trata de la combinación de 4 elementos: uno de ellos es la ESI desde los primeros años. “Es muy importante que los niños y las niñas aprendan a entender el proceso de desarrollo biológico, emocional y social; que su familia también lo entiendan; y que aprendan a respetar su cuerpo y el de los demás. Es importante que aprendan a entender la sexualidad e identificarla porque culturalmente está muy llena de prejuicios”.

Y continúa: “El segundo son las consejerías en salud para los adolescentes. Es fundamental que los chicos tengan acceso a fuentes fidedignas de información, muchas veces lo que pasa a esa edad es que se preguntan entre ellos mismos o buscan información en internet que no necesariamente es cierta. Sabemos que la cobertura de las asesorías no es la misma en todo el país y es un desafió grande garantizar el acceso”.

“El tercer elemento que es muy importante y, yo diría que es definitivo, es el acceso equitativo e igualitario a métodos anticonceptivos. Es vital que estén al alcance, que se distribuyan y que sean gratuitos. Esto tiene que estar acompañado por las asesorías, pero el uso del preservativo es fundamental para no solo impedir embarazos sino para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual”,

El cuarto y último elemento es la ILE para los casos que están establecidos en la ley, sostiene la especialista en diálogo con este portal.

En tanto, sobre el sostenimiento de los casos de embarazos de niñas de 10 a 14 años, la licenciada en Psicología expresó que: “Una no puede dejar de pensar que son niñas teniendo a otro niño, y que en la mayoría de los casos es producto de abuso sexual y eso es intolerable”.

“Cuando no se toman las medidas correspondientes se está poniendo en riesgo tanto a la niña gestante cómo al bebé que está por nacer. Además, se está interrumpiendo el desarrollo de esa adolescente, muchas de las adolescentes embarazadas no pueden terminar la escuela y tienen problemas para estar en el nivel educativo adecuado, y eso se traduce en menores ingresos en la edad adulta. Hay mucha más implicaciones además del embarazo mismo, esas consecuencias son las que tenemos que tener en cuenta para terminar con los embarazos en niñas y adolescentes”, resalta.

Actualmente, el Estado cuenta con el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Plan Enia), desarrollado por los ministerios de Salud, Desarrollo Social y Educación de la Nación, que busca garantizar los derechos de las y los adolescentes al acceso gratuito de métodos anticonceptivos, la educación sexual integral y asesorías en las escuelas, la consejería en salud sexual y reproductiva y actividades de promoción comunitarias.

A esto se le suma el protocolo de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), pero la falta de información, inversión, el prejuicio y las trabas religiosas y culturales, hacen que no se apliquen en todo el territorio nacional lo que deja a millones de niñas, niños y adolescentes a la deriva.

Ante esto, Olga Isabel Isaza hace hincapié en que: “Debe haber un cambio cultural muy importante para acompañar una medida como la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) para que todas las personas y las instituciones responsables cumplan con lo que está establecido en la ley. Por eso desde Unicef hemos hecho un esfuerzo muy grande para tratar de concretar cómo son los procedimientos, los lineamientos, y las guías para que eso que es una normativa se aplique en todos los lugares”.

“Nosotros creemos que ahí está el valor agregado, la diferencia está en: no solo decir que se puede y se debe hacer, en los casos establecidos por la ley, sino cómo hacerlo. Acompañar al personal de salud para que esté informado y protegiendo a la niña y a la adolescente”, subraya.

Argentina y la región

La representante de Unicef destacó la “buena noticia” porque- dijo- la Argentina “es uno de los pocos países que mostraron una tendencia decreciente en términos de embarazos en adolescentes”. “Aunque todavía hay un camino largo por recorrer, hay que reconocer el enorme trabajo que hizo la Argentina para que haya una tendencia decreciente y sostenida”.

“También las medidas son innovadoras, no todas las naciones de la región han logrado establecer los 4 elementos centrales, que mencionamos antes, de la estrategia para impedir los embarazos no intencionales en menores. El Plan ENIA que tiene la Argentina resultó efectivo y ojalá ese tipo de políticas se mantenga y se amplíen todas las provincias para mantener esta tendencia decreciente”remarca.

Isaza insiste en la relevancia de la contención del Estado y que se apliquen las políticas de salud pública en todo el territorio nacional: “Es muy importante, sobretodo en este momento, que en algunas provincias se están flexibilizando las medidas por el coronavirus, los y las adolescentes estén informados, tengan accesos a métodos anticonceptivos y tomen decisiones conscientes”.

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