Luego, Pichetto negó tener “una mirada xenófoba” pero consideró que “el conurbano bonaerense” es una muestra de que “somos el ajuste social de Bolivia, Paraguay, Perú y Venezuela”, cuyos ciudadanos “demandan salud pública, alimentos, planes y AUH”.

También criticó a los gobiernos nacional y provincial por haberle “pegado a los sectores medios, a los que cumplen, a los que pagan, a los que trabajan, al sector productivo y al campo” para luego “beneficiar a los sectores supuestamente más excluidos que se llevan casi el 70 por ciento del presupuesto” nacional.

Advirtió que tanto Alberto Fernández como Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires están “alentando un nivel de conflictividad muy grande en los sectores agropecuarios” por los “injustificables aumentos en retenciones y el impuesto inmobiliario rural”.

Por último, aclaró que en sus opiniones sobre el gobierno trata de ser “lo más objetivo” posible y concluyó: “Yo no tengo nada que ver con el gobierno de Macri. Yo hice un acuerdo” electoral.