Argentina es presentada por el FMI como una de las excepciones para la reducción de los aumentos de precios asociada al estancamiento global. “Las pocas excepciones para esta amplio patrón de desaceleración son las economías donde grandes devaluaciones presionaron sobre los precios domésticos como en Argentina o en aquellos donde existen faltantes de productos esenciales como Venezuela”, indica el organismo al referirse al reciente impacto del salto en el tipo de cambio sobre los precios.

A contramano del extendido diagnóstico que realizan los economistas del gobierno sobre las causas de la inflación y las recomendaciones del organismo para controlarlas, el reporte del Fondo enfatiza que “la inflación se incrementó de la mano de la depreciación del peso”. Así espera que el promedio de los aumentos sea un 54,1 por ciento mientras que la inflación acumulada este año alcanzará al 57,1 por ciento. Para 2020 los expertos del organismo anticipan que la suba promedio se mantendrá elevada al marcar 51 por ciento pero que terminará en 39,4 por ciento.