Por un acuerdo estratégico, en el último año Brasil aumentó un 179% la importación de autos eléctricos y complica la exportación argentina. El informe que revela la transición acelerada y la preocupación del SMATA.
Los problemas de la industria automotriz en Argentina se agravaron con la llegada de Javier Milei a la Presidencia. Durante el primer semestre de 2024, la caída de las ventas en el mercado interno en las unidades cero kilómetro llegó al 22% interanual. Eso provocó suspensiones, retiros voluntarios, despidos y jubilaciones anticipadas en empresas como Renault-Nissan, Toyota, Iveco y Scania. Según los números de ADEFA, en julio la producción subió un 38,7% con relación a junio, aunque se mantuvo 9,8% debajo del mismo mes del 2023. En ese contexto, un componente externo amenaza con perjudicar todavía más a las automotrices asentadas en Argentina. Un escenario en el que los autos eléctricos ganan mercado en Brasil y empiezan a desplazar a los vehículos argentinos.
El dato preocupa desde hace tiempo a las autoridades del SMATA, el sindicato que dirige Ricardo Pignanelli, y acaba de ser explicitado en un trabajo del grupo de investigación del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet. De acuerdo al Informe Trimestral de Exportaciones Argentinas (ITEA) que elabora el grupo de Desarrollo e Internacionalización Productiva (DESIP), en 2023, Brasil aumentó un 179% la importación de autos eléctricos Brasil en relación a 2022. Importó por 2.400 millones de dólares en 2023, un 179% más que en 2022. En el 1° semestre de 2024, el proceso se aceleró y el país de Lula ya importó por 3.500 millones de dólares, un 43% más que en todo el año previo.
Se trata de un cambio abrupto porque el ingreso de autos tradicionales no siguió el mismo ritmo de crecimiento. Así, según detalló el trabajo coordinado por Federico Bernini y supervisado por Juan Carlos Hallak, en el primer semestre del año los vehículos eléctricos e híbridos pasaron a representar nada menos que el 70% del mercado de autos importados por Brasil. El estudio consigna tres razones convergentes de la transformación que amenaza a las automotrices locales. En primer lugar, el acuerdo estratégico de Luiz Inácio Lula da Silva con China para promover la electromovilidad en sus distintas formas. A finales de 2023, el Gobierno decidió eliminar gradualmente la exención arancelaria a los autos eléctricos e híbridos para beneficiar la fabricación local.
En enero de este año, los vehículos eléctricos e híbridos importados comenzaron a pagar entre un 10% y un 12% de arancel, con un cronograma de subas que llegará al 35% en 2026. Al mismo tiempo, se estableció un cupo libre de arancel para estos productos, que disminuirá en forma gradual hasta desaparecer en 2026. La invasión de autos eléctricos es tan impactante que, en el primer semestre de 2024, las importaciones sobrepasaron por mucho ese cupo y más del 80% de los ingresos tuvo que pagar arancel. Más allá de que hoy deban pagar un arancel que el año pasado no existía, el esquema de aranceles crecientes genera un incentivo a adelantar importaciones.
En segundo lugar, el consumidor brasileño parece ser cada vez más receptivo a la electromovilidad. En los primeros seis meses del año, los autos eléctricos e híbridos triplicaron su participación en relación al mismo periodo de 2022 y representaron el 9,3% del total de patentamientos. Dentro de este segmento, de los 10 modelos más vendidos sólo uno es producido en Brasil (el Toyota Cross). Los otros nueve son importados desde China (de las marcas BYD y GWM).
El informe sobre exportaciones argentinas advierte que China ganó competitividad de forma exponencial. En 2019, exportaba estos vehículos por USD 1000 millones y en 2023 lo hizo por USD 40.000 millones. Así se convirtió en el segundo mayor exportador mundial detrás de Alemania, con marcas propias, que proveen vehículos a precios accesibles pero incorporan tecnología y diseño.
Sin embargo, el crecimiento de China en el mercado de Brasil es particularmente sorprendente y se debe a un acuerdo entre gigantes: ya representa el 75% de las importaciones brasileñas de autos eléctricos e híbridos. Según la Asociación China de Fabricantes de Automóviles de Pasajeros, en abril Brasil se convirtió en el principal destino de las exportaciones chinas en este segmento.