La decisión se produjo luego de que los miembros del jurado popular no se pusieran de acuerdo
Por este motivo, el juez Crivelli absolvió a la imputada, ordenó su inmediata libertad -estaba detenida con prisión domiciliaria- y la eximió de pagar costas.
Cortéz llegó a juicio bajo arresto domiciliario, ya que está enferma de cáncer, y estaba acusada del homicidio calificado por el vínculo de su marido y padre de sus hijos, quien murió al recibir un puntazo en el pecho.
En su alegato realizado este miércoles en Mendoza, el fiscal Guzzo había pedido que se le atenúe la pena a la imputada, ya que el crimen de su marido se cometió bajo una “circunstancia extraordinaria”, dado que fue comprobado que ella fue víctima de violencia de género durante más de 30 años.
Por ello, Guzzo solicitó que Cortéz sea condenada por “homicidio agravado por el vínculo bajo circunstancias extraordinarias de atenuación”.
En tanto la defensa, representada por los abogados Carlos Moyano y Agustina Maiddona, solicitó que la imputada sea absuelta porque actuó en legítima defensa, ya que los letrados resaltaron que la noche del hecho Pelayes llegó ebrio y drogado e intentó someter sexualmente a la acusada, quien “se defendió como pudo”.
En sus palabras finales, antes de que el jurado pasara a debatir, la ahora absuelta aseguró en su defensa: “Estoy acá por tantas mujeres que están muertas por no haberse podido defender”.
Tras las exposiciones de las partes, los 12 integrantes del jurado popular pasaron a deliberar y como no lograron una decisión unánime, fue el magistrado quien tuvo que resolver.