Macri busca descontar con críticas a los K y Alberto ya denuncia la pesada herencia

El presidente Mauricio Macri y Alberto Fernández, candidato presidencial del Frente de Todos, coinciden en una sola cosa: ambos anuncian en campaña que, en caso de ganar y asumir el gobierno el próximo 10 de diciembre, convocarán a un amplio acuerdo entre todos los sectores políticos, sociales y empresariales. De esta manera buscarán una salida consensuada a la crisis económica y social que afecta una vez más a la Argentina.

Sin embargo, el camino del diálogo entre ellos, se terminó de romper a dos semanas de las elecciones del 27 de octubre, en las que la sociedad decidirá si uno de ellos gana en primera vuelta o si habrá balotaje el 27 de noviembre.

Hace tiempo que Macri no habla con su principal adversario electoral, admitieron a A24.com fuentes de ambos candidatos.

Esos diálogos se produjeron sólo en tres oportunidades:

• El primero fue el miércoles 14 de agosto, cuando Macri lo llamó 3 días después de la derrota en las PASO.
• El segundo fue una semana después, cuando el presidente le envió un WhatsApp para avisarle al candidato opositor sobre las medidas que iba a tomar para “aliviar los efectos de la megadevaluación del 12 de agosto”.
• El tercer contacto fue un fin de semana largo posterior, en medio de una nueva corrida cambiaria y bancaria en la que Macri anunció medidas de emergencia: el “reperfilamiento de la deuda” con privados y el FMI y el posterior mini-cepo.

La tregua acordada la semana posPASO radicaba en el compromiso de ambos de no atacarse ni echarse culpas por la incertidumbre política y económica que se produjo el día después de las primarias.

Desde esa primer conversación, ambos hablaron de sus propias campañas sin criticar con dureza al otro. Hasta salieron a pedir a propios de ambos lados de la grieta que moderen las críticas (Carrió y Pichetto del lado del oficialismo y piqueteros como Juan Grabois del lado kichnerista), al menos hasta que pase el temblor.

Pero algo pasó a dos semanas de las elecciones. Macri, con el dólar anclado en los 59 pesos, apuesta a descontar la diferencia y acercarse al balotaje, mostrándose rodeado de apoyo popular con las plazas del “Sí, se puede” .Y relanzó las acusaciones de aquella fatídica conferencia de prensa del lunes posterior a las PASO atribuyendo “la devaluación a la incertidumbe provocada por el triunfo del kirchnerismo”.

Fernández no tardó en responder. Esta semana, con los tapones de punta, denunció la “pesada herencia” que, dice, recibirá en caso de ganar.

¿Anticipo del debate presidencial?

Macri salió a desafiar a su rival y lo convocó a “sentarse el 10 de diciembre” ya que, dijo, “ahora habla de equilibio fiscal en su platafoma”.

Macri repite como un mantra esa receta de eliminar el déficit fiscal para resolver el problema de la inflación y explica que no lo pudo hacer en la actual gestión echando las culpas a la oposición que “toma el presupuesto como botín político” y no le aprueba el ajuste del gasto.

En cambio, el candidato kirchnerista promete un acuerdo intersectorial para el 10 de diciembre pero habla de todo lo contrario: impulsar políticas para activar el consumo y reactivar el mercado; es decir, aumentar el gasto.

Ante la chicana de Macri, el candidato kirchnerista le respondió cuestionando la capacidad del actual presidente para resolver el problema de la inflación:

“Me imagino hablando con todos porque mi política es dialogar; pero no estoy muy seguro de qué puede aportar alguien como Mauricio Macri, que ha generado este caos”.

Alberto Fernández en entrevista con Radio La Red AM 910

Fernández avanzó más en las críticas y advitió sobre una acelerada caída de reservas del Banco Central:

“Lo único que le pedí a Macri fue que cuidara las reservas y el Banco Central está perdiendo 100 millones de dólares diarios. Pareciera que lo hace adrede”, afirmó.

Según el candidato peronista, como la administración de Cambiemos “no sabe cómo parar” la fuga de dólares, “seguramente para diciembre van a quedar entre 10 mil y 11 mil millones de dólares de reservas de disponibilidad”.

La respuesta de Macri a esas críticas es que “no lo resolvió antes porque nadie hablaba de equilibrio fiscal, y que ahora Fernández habla de eso en su plataforma”.

“Que Fernández deje de mentir. Si gano, lo voy a convocar a sentarnos en una mesa el 10 de diciembre para acordar un presupuesto para 2020”, dijo Macri a una radio de Neuquén.

Con marchas que buscan mostrar el apoyo de un movimiento popular, Macri apela a culminar la marcha del “Sí, se puede” con una movilización masiva el sábado 19 en el Obelisco y sobre el filo de la veda electoral espera alcanzar el “milagro de dar vuelta” la derrota de las PASO. Como cábala, planea cerrar la campaña, como en anteriores elecciones, en la provincia de Córdoba.

La tregua se terminó. Faltan dos semanas. Ahora la sociedad espera propuestas para elegir entre quien considere que está en mejores condiciones para sacarla de esta nueva crisis.