El mismo fenómeno se produce con las publicidades respecto de las cloacas y el agua corriente. La mayoría de los intendentes del Gran Buenos Aires niegan la existencia de los 700.000 nuevos usuarios del servicio de cloacas y de un millón de habitantes con agua corriente. Las dos obras que se mencionan, en General Rodríguez y en Bahia Blanca, están en ejecución: según los intendentes, no hay ningún usuario nuevo.

A finales de 2015, el plan de AYSA 2007–2020 tenía en marcha 100 obras, a las que se agregaban otras 150 proyectadas y se habían contratado 500 ingenieros jóvenes para concretar los trabajos. Eso es lo que está en proceso a un ritmo infinitamente menor que en el anterior gobierno en el que AYSA conectó a las redes a más de cinco millones de habitantes, tres millones al agua potable y dos millones a las cloacas.

En la publicidad, Cambiemos trata de esconder la debacle de rutas, cloacas y agua y hace mención a la supuesta transparencia de la obra pública iniciada por el actual gobierno. El sindicato de Vialidad denunció obras de la ruta 8 adjudicadas a Angelo Calcaterra, el primo presidencial, en 285 millones de pesos y por el que ya se habían pagado 2.000 millones, muy por encima de los aumentos inflacionarios.