Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario brasileño, impulsa una moción desde la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados para rechazar oficialmente que Fernández haya reclamado la liberación de Lula Da Silva. Ya Jair Bolsonaro anunció que no vendrá a la asunción presidencial ni enviará a su vice.
En medio de los gestos de desaire del presidente brasileño Jair Bolsonaro hacia Alberto Fernández , avanza una moción en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para que el pleno rechace formalmente a Fernández por sus pedidos de liberación de Lula Da Silva. La oposición intentó obstruirla pero finalmente fueron derrotados por los representantes del gobierno del ultraderechista.
Presidida por el cuestionado hijo de Bolsonaro, la Comisión dio curso el miércoles a una moción del diputado Luiz Philippe de Orleans y Bragança (PSL-SP) para denunciar que el representante del Frente de Todos rompió “el decoro internacional que valora las buenas relaciones diplomáticas, el activismo político en los asuntos internos de Brasil y el descontento de una porción significativa de la población”.
El texto sigue la lógica del diputado Eduardo Bolsonaro, quien dijo que Fernández está “enfrentando a Brasil gratis” por pedir la excarcelación del expresidente, preso en el penal de Curitiba desde el 7 de abril de 2018 en una causa sin condena firme, asunto sobre el cual la Corte Suprema de ese país debe expedirse en los próximos días.
“Se faltó el respeto a las decisiones de las instituciones judiciales del Estado brasileño”, señala el documento que compartió Bolsonaro en las redes sociales, las mismas que utilizó para atacar al hijo del presidente electo argentino, Estanislao Fernández. Allí también celebró la aprobación de la moción, que deberá ser analizada por el pleno de la Cámara.
Aprovada na CREDN, requerimento do Dep. Fed. Luiz Philippe de Orleans e Bragança @lpbragancabr, que redige moção de repúdio ao presidente eleito da Argentina, Alberto Fernandéz: pic.twitter.com/3fCc5WSnKa
Quien presentó el proyecto, Luiz Philippe de Orleans y Bragança, subrayó por su parte que Fernández cuestionó los fallos de los tribunales brasileños, aunque no se refirió específicamente al caso de Lula y lo hizo aún más extensivo. “Como si eso fuera poco, el apoyo declarado por el señor Fernández a los ex líderes sudamericanos que son condenados en más de una instancia, o que responden a procesamientos por crímenes contra la sociedad y el orden financiero de sus estados, revela la línea que será adoptada por la nueva administración argentina. Un ejemplo más amplio es la composición de su propia hoja electoral ”, amplió en su justificación.
La oposición, sin embargo, cuestionó duramente la solicitud del diputado del PSL, argumentando que el Congreso y el gobierno brasileño deberían valorar las relaciones políticas e internacionales. Tres diputados rechazaron la iniciativa y uno de ellos, Iván Valente, interpeló a sus colegas: “¿Cómo pueden tratar de esa forma al tercer mayor socio comercial del país?”. La oposición también recordó que Bolsonaro ya había criticado a Fernández antes de que el presidente argentino declarara su apoyo a Lula, tal como había expresado su opinión sobre las decisiones políticas de Venezuela y Uruguay.
El presidente electo se refirió cada vez que pudo a la liberación de Lula e inclusive lo visitó en el penal para brindarle su apoyo y solidaridad. Eso enfureció al presidente Jair Bolsonaro y a su hijo, quienes desde el primer momento hicieron campaña desde Brasil en contra de la fórmula Fernández-Fernández.
Una vez que el resultado electoral confirmó la victoria que el Frente de Todos en primera vuelta, Bolsonaro volvió a la carga. Primero declaró que los argentinos habían “elegido mal”, luego se negó a saludar al mandatario electo del país vecino y anunció que no iría a su ceremonia de asunción del 10 de diciembre. Para rematar, difundió noticias falsas sobre supuestos cierres de empresas y luego canceló también el viaje del vicepresidente Mourao hacia Buenos Aires.
Fue en represalia por una serie de ataques recientes contra delegaciones diplomáticas estadounidenses en Irak, según informó el Pentágono. Es la primera acción militar ordenada por el presidente Joe Biden
Aviones de combate de la Fuerza Aérea de Estados Unidos bombardearon este jueves instalaciones en Siria pertenecientes a las milicias apoyadas por Irán, en respuesta a una serie de ataques recientes contra delegaciones diplomáticas estadounidenses en Irak, según informó el Departamento de Defensa citado por la agencia AP.
“Bajo la dirección del presidente (Joe) Biden, las fuerzas militares estadounidenses realizaron a principios de esta noche ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos de milicianos respaldados por Irán en el este de Siria”, dijo el portavoz John Kirby en un comunicado.
“Esta ofensiva fue autorizada en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal”, agregó.
Se trata de la primera acción militar ordenada por el presidente Joe Biden, quien asumió el cargo el pasado 20 de enero en reemplazo de Donald Trump. Biden había manifestado sus intenciones de poner el foco de la Política Exterior estadounidense en China, aunque esta primera acción tuvo lugar en Medio Oriente.
El Pentágono aseguró que se trató de una respuesta “proporcional” a la reciente ola de ataques con cohetes contra bases estadounidenses y delegaciones diplomáticas en Irak, que causaron la muerte de un contratista y dejaron un soldado de EEUU herido.
Militares estadounidenses en la Embajada de EEUU en Bagdad, Irak. COMBINED JOINT TASK FORCE – OPER / OF-5 ADRIAN WEA
Funcionarios del gobierno de Estados Unidos condenaron el ataque con cohetes del 15 de febrero cerca de la ciudad de Irbil, en la región semiautónoma de Irak gobernada por los kurdos, pero incluso esta semana los funcionarios dijeron que no habían determinado con certeza quién lo había llevado a cabo. Los funcionarios han señalado que, en el pasado, milicias chiíes respaldadas por Irán han sido responsables de numerosos ataques con cohetes dirigidos contra personal o instalaciones estadounidenses en Irak.
Este lunes, varios cohetes fueron lanzados hacia la embajada de Estados Unidos en la Zona Verde de alta seguridad de Bagdad, la capital de Irak, dijeron fuentes de seguridad locales. Los ataques en la capital árabe están relacionados a milicias iraníes.
Al menos dos cayeron dentro del perímetro de la Zona Verde, donde se encuentran las embajadas de Estados Unidos y de otros países, según un comunicado de los servicios de seguridad iraquíes.
El ataque se produce una semana después de que más de una docena de cohetes apuntaran a un complejo militar en el aeropuerto de Erbil en el norte de Irak, que alberga a tropas extranjeras de una coalición liderada por Estados Unidos que ayuda a Irak a combatir a terroristas desde 2014.
Dos personas murieron, incluido un contratista extranjero con base en el aeropuerto, y un civil, que falleció a causa de sus heridas el lunes.
La semana pasada, Estados Unidos no descartó responder un ataque con misiles contra la coalición internacional liderada por las fuerzas norteamericanas, desplegadas en Erbil en el Kurdistán iraquí, una vez que determine quiénes fueron los responsables.
Un muerto y un soldado de EE.UU. herido en ataque en el Kurdistán iraquí. EFE/Str/Archivo
El ataque dejó un contratista civil muerto y al menos nueve heridos, entre ellos un soldado estadounidense, luego de que se lanzaran hasta catorce cohetes contra las tropas, tres de los cuales impactaron en el Aeropuerto Internacional de Erbil, donde tienen su base las fuerzas de la coalición anti terrorista.
“El presidente de Estados Unidos (Joe Biden) y la Administración se reservan el derecho a responder el momento y la forma que elijamos”, indicó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Las instalaciones militares y diplomáticas occidentales fueron blanco de decenas de cohetes en Irak desde finales de 2019, la mayoría en Bagdad. Sin embargo, se dispararon misiles iraníes hacia el aeropuerto de Erbil en enero de 2020, días después de la muerte del general iraní Qassem Soleimani por un ataque de un dron estadounidense en Bagdad, ataque que hizo temer una guerra directa entre Irán y Estados Unidos.
Se trata de la variante B.1526, identificada por primera vez en muestras recolectadas en noviembre. Para mediados de este mes, ya representaba alrededor del 12% de los casos
Una nueva cepa de coronavirus preocupa a la comunidad científica en Nueva York. Se trata de la variante B.1.526, que si bien fue identificada por primera vez en noviembre, a mediados de febrero ya representaba cerca del 12% de los casos.
La secuenciación del genoma del SARS-CoV-2 a gran escala es fundamental para monitorear y comprender la evolución de la pandemia en curso. En los últimos meses distintas variantes detectadas por primera vez en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil se fueron expandiendo a diversos países, causando preocupación en la comunidad científica por las implicancias que puede tener respecto a su mayor grado de contagio y mortalidad.
Los investigadores que la hallaron observaron que una de las mutaciones en esta variante es la misma que apareció en Sudáfrica y se conoce como B.1,351. Lo preocupante, es que también parece evadir, en cierto modo, la respuesta del cuerpo a las vacunas. “Observamos un aumento constante en la tasa de detección desde finales de diciembre hasta mediados de febrero, con un aumento alarmante al 12,7% en las últimas dos semanas”, explicó el equipo del Centro Médico de la Universidad de Columbia en un informe que aún no se publica, aunque está previsto que aparezca en versión preimpresa esta semana.
Lo preocupante de esta variante es que también parece evadir, en cierto modo, la respuesta del cuerpo a las vacunas
La mutación en esta variante encontrada que más preocupa a los investigadores se llama E484K y es la que le da al virus la capacidad de superar parte de la respuesta inmunitaria del cuerpo, así como los tratamientos autorizados con anticuerpos monoclonales. Los médicos afirman que esta mutación está apareciendo de forma independiente en muchos casos diferentes, pero también aparece en una variante en particular: la llamada B.1.526 o variante de Nueva York.
Dos equipos de investigadores diferentes se atribuyen el descubrimiento de la nueva variante. Un estudio es dirigido por un grupo de la Universidad de Tecnología de California(Caltech) y se publicó el martes. El otro, realizado por investigadores de la Universidad de Columbia, aún no es público. Ninguno de los estudios ha sido examinado por expertos ni publicado en una revista científica. Pero los resultados consistentes sugieren que la propagación de la variante es real, dijeron los expertos.
“No es una noticia especialmente feliz. Pero saberlo es bueno porque entonces quizás podamos hacer algo al respecto”, dijo al diario The New York Times, el doctor Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller que no participó en la nueva investigación.
Dos equipos de investigadores diferentes se atribuyen el descubrimiento de la nueva variante REUTERS/Stringer
Los investigadores han comenzado a analizar el material genético del virus para ver cómo podría estar cambiando. Examinan secuencias genéticas de virus tomadas de una pequeña proporción de personas infectadas para trazar la aparición de nuevas versiones. Así, Caltech desarrolló una herramienta de software, llamada Base de Datos de Variantes (VDB, por sus siglas en inglés), para examinar rápidamente el panorama cambiante de las mutaciones. El objetivo del diseño del programa de consultas VDB es proporcionar un medio rápido, ligero y natural para examinar el panorama de las mutaciones de pico de SARS-CoV-2.
A través de este software, especialistas de esta casa de estudios detectaron un linaje emergente de aislamientos virales en la región de Nueva York que comparte mutaciones con variantes previamente informadas. Los conjuntos más comunes de mutaciones de esta cepa (ahora, conocida como B.1.526) son L5F, T95I, D253G, E484K o S477N, D614G y A701V. Esta variante fue detectada por primera mes en noviembre de 2020. Después de los primeros meses de declarada la pandemia de SARS-CoV-2, una gran mayoría de los aislados secuenciados contenía la mutación de pico D614G (junto con tres cambios de nucleótidos separados).
Tras un período de cambio más lento, el cuarto trimestre de 2020 fue testigo de la aparición de otras variantes que contienen múltiples mutaciones, aparentemente centradas en el pico proteína. “Varias líneas de evidencia apoyan el escape de la presión selectiva de anticuerpos como fuerza impulsora para el desarrollo de estas variantes”, indicaron los científicos, y agregaron que las consideraciones sobre los efectos potenciales de estas mutaciones en la eficacia de las terapias con anticuerpos pasivos y la capacidad de las vacunas para prevenir lesiones leves o COVID-19 moderado han impulsado recientemente los programas de vigilancia genómica para monitorear la evolución del SARS-CoV-2.
“El patrón general de mutaciones en este linaje sugiere que la misma surgió en parte en respuesta a la presión selectiva de los anticuerpos. Según las fechas de recolección de estos aislamientos, parece que la frecuencia del linaje B.1.526 ha aumentado rápidamente en Nueva York en las últimas semanas”, concluyeron los científicos de Caltech.
El Nasdaq perdió un 3,5% de su valor. El Dow, índice de referencia, cerró más de 560 puntos por debajo del récord histórico del pasado miércoles
Los principales índices de Wall Street sufrieron una fuerte caída este jueves, arrastrados en mayor medida por la venta masiva de acciones de compañías tecnológicas y la suba del rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
Según The Wall Street Journal, el Dow Jones, usado como referencia en el parque bursátil, cerró la jornada más de 560 puntos (un 1,8 por ciento) por debajo de su récord histórico, alcanzado el miércoles.
El Nasdaq, que agrupa a las principales tecnológicas, perdió el 3,5 por ciento de su valor. Las acciones de Apple, Alphabet (la compañía madre de Google) y Netflix terminaron el día en rojo. Tesla, la compañía de autos eléctricos de Elon Musk, se movió en la misma dirección.
Los analistas explican estos movimientos como apuestas de los inversores a una rápida reactivación de la economía. No obstante, la velocidad con la que el sentimiento se ha trasladado a la suba de los bonos ha generado una migración desde sectores más riesgosos del mercado.
Prácticamente la única excepción fueron las acciones catalogadas como “memes”, entre las que se destaca GameStop, protagonista de un insólito “rally” y caída durante el mes pasado. En concreto, la compañía de videojuegos subió un 59 por ciento.
Vista de la Bolsa de Nueva York, en Nueva York (EE.UU.). EFE/EPA/JUSTIN LANE
Los rendimientos de los bonos del tesoro a 10 años subieron a 1,513 por ciento, la cifra más alta en un año. Representa un drástico crecimiento en comparación a la tasa de 0,92 por ciento que mostraba hace solo dos meses.
“El mercado de bonos está reaccionando a un crecimiento positivo de la economía”, dijo a The Associated Press Brent Schutte, de Northwestern Mutual Wealth Management Company. “Significa que hay algo de esperanza en el horizonte”, agregó.
El comportamiento del mercado tiene lugar el mismo día en el que se conoció que la economía de Estados Unidos creció un 4,1 por ciento durante el último trimestre de 2020, un poco más rápido que lo previsto.
El efecto de las medidas gubernamentales de estímulo y la acelerada distribución de las vacunas podría aumentar a 5 por ciento el ritmo de crecimiento en el trimestre actual que concluye en marzo, o incluso más, creen los economistas.
De hecho, analizan también que el país está en posición de tener un fuerte repunte. Muchos de ellos proyectan una tasa de crecimiento de 5 por ciento o más en el trimestre actual, mientras algunas previsiones lo sitúan hasta en 9 por ciento.
Para todo 2021, los economistas prevén un crecimiento del PBI de 6 por ciento. Este sería el crecimiento anual más veloz desde el de 7,2 por ciento de 1984 cuando Ronald Reagan era presidente.
Un aspecto que alienta el optimismo sobre una recuperación económica es la aguda declinación en las nuevas infecciones de COVID-19 y un reciente incremento en las ventas minoristas, un sector que ha enfrentado dificultades en el país norteamericano.