A contramano de los informes que reportan una caída de los precios de los alimentos en los últimos meses, en los barrios del conurbano bonaerense se registra un aumento significativo de esos precios. Así lo indica el Indice Barrial de Precios que elabora el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), que consignó un aumento del 4,1% de la Canasta Básica de Alimentos en el décimo mes del año. en relación con la medición de septiembre. Eso significa que una familia debió destinar $414.923,16 pesos para comprar el conjunto de alimentos necesarios para no ser considerada indigente; es decir, que debió desembolsar $16.361 más que el mes anterior.

El dato contrasta con informes precedentes de consultoras que miden los precios en grandes cadenas de supermercados o en autoservicios que vienen midiendo aumentos de los alimentos en torno al 2% en una serie que tiende a desacelerarse.

En los comercios de cercanía barriales los precios de los alimentos duplican esa variación, especialmente traccionados por los precios de almacén, productos que se incrementaron 8,86% en promedio en octubre.

Dentro de ese rubro hubo aumentos particularmente elevados en productos de consumo elemental, como polenta, que subió 36,36% mensual; pan, que trepó 13,6%; yogurt, que lo hizo el 18,1%; y queso de rallar, que saltó 13,4%.  En el mismo mes, los artículos del rubro verdulería cayeron 2,03% y los de carnicería bajaron el 0,15%, destacó el IBP del Isepci.

Canasta total

La Canasta Básica Total, que a los precios de los alimentos suma los de los servicios necesarios en los hogares, aumentó 4,57%. Eso significa que en los territorios que considera el informe del Isepci una familia necesitó en octubre $933.577,11 para cubrir todo el conjunto; es decir, $40.797 más que lo que gastó un mes atrás. 

Si se toma como referencia octubre de 2023, la misma canasta de bienes y servicios básicos para no estar en la pobreza se encareció $589.804,45.

Poder adquisitivo

En la comparación entre salarios y gastos, se destacó que la canasta de alimentos se encareció un 76% entre diciembre de 2023 y julio de 2024, con lo cual quedaron por debajo de la evolución de los salarios: en el mismo tramo los salarios privados registraron aumentaron 105% y los del sector público 84,9%. El trabajo del Isepci también indica que los salarios privados no registrados aumentaron 98,5% en ese período.

En cambio, los servicios de vivienda, agua, electricidad, gas y otros que mide el Indec aumentaron entre diciembre de 2023 y julio de 2024 un 161,5%, superando el promedio de aumentos salariales.

También registraron subas promedio superiores a los ingresos de los trabajadores los precios de los servicios de los servicios de comunicación (internet y televisión paga) con un promedio del 143,7%; y los del transporte, que se incrementaron 104,4%.