Las juezas María Gabriela López Iñiguez y Adriana Pallioti y el juez Néstor Costabel escucharon este miércoles la versión de Báez en una causa en la que sobresalió el rol del “arrepentido” Leonardo Fariña, quien –según declaró bajo juramento su ex abogada ante el juez Alejo Ramos Padilla– fue coacheado a pedido de la AFI y del Ministerio de Justicia para que involucrara a Cristina Kirchner en maniobras de corrupción con la obra pública. Sin embargo, el direccionamiento de la declaración del financista mediático no tuvo éxito y la vicepresidenta electa finalmente quedó afuera de este juicio, a pesar de las fuertes presiones de la Cámara Federal al juez Casanello.

El magistrado dictó la falta de mérito de la ex mandataria por entender que no se encontraron pruebas de que el dinero del dueño de Austral Construcciones perteneciera a la familia Kirchner. “Fariña es un mentiroso desesperado”, disparó Baez. Y aseguró que su declaración fue parte de un “discurso armado”, que dejó al descubierto su “total desconocimiento” en materia de obra pública. Fariña “no vio en su vida un pliego de licitación”, remató.

En la danza de nombres mencionados por Báez en la icónica sala Amia de los tribunales de Retiro, también se refirió en duros términos al fiscal José María Campagnoli, a quien señaló como parte de un complot junto con la diputada Elisa Carrió.

Con tono tembloroso, que daba muestras del desahogo tras los años de silencio, dijo que se violaron todas sus garantías constitucionales y su derecho de defensa. Recordó las escuchas ilegales de las que fue víctima en la cárcel, filtradas y utilizadas por un sector de la Justicia Federal, del Gobierno y de los medios de comunicación. Inclusive, algunas de esas conversaciones fueron con sus abogados defensores, cuya utilización como prueba está totalmente prohibida por la ley. “Hicieron de mi detención y la de mi hijo un espectáculo. Me prejuzgaron e invirtieron la carga de la prueba y me incautaron los bienes sin sentencia”, dijo Báez, quien concluyó que el objetivo fue “destruir a la oposición política”. El empresario mencionó una frase que utilizaron en las tapas de los diarios: “todo lo que tuve es de una sola persona que está arriba“. Fue una supuesta escucha ilegal de un diálogo –cuyo original nunca se conoció– con su abogada y en la que los medios oficialistas sugirieron que se trataba de una admisión de que era testaferro de Néstor Kirchner. Báez fue categórico: “esa frase nunca existió”.

El santacruceño prometió ampliar su declaración y contestará en esa ocasión todas las preguntas que se le formulen.