Andrea Mereles es por estos días unas de las tantas esposas que espera ser citada para declarar ante la jueza Marta Yañez, a cargo de la causa que investiga el hundimiento. Lo interesante es que la esposa del tripulante no sólo cuenta con las palabras de su marido, sino que, además, aseguró tener fotos y videos de esos episodios, documentación valiosa para la causa.
Entre el material hay un video que Alfaro filmó con su celular a bordo del submarino, durante una navegación que realizó en el año 2016. También fotos que fueron tomadas a bordo de la nave. Se muestran las curaciones a las que tuvo que ser sometido uno de los tripulantes que, junto a otro submarinista, sufrió lesiones cuando “saltó una válvula”. “Uno será citado a declarar. El otro es uno de los 44″, manifestó Andrea.
“Lo de las válvulas no recuerdo si pasó en un viaje que realizaron en 2015 o en 2016. El que se ve en la foto es Manuel Debrina, un suboficial que está citado a declarar por este tema a fines de este mes. Tuvieron que darle 5 o 6 puntos de sutura, porque la válvula le pegó en la cabeza. El otro accidentado era el suboficial Sánchez. Él está entre los 44”. El video, mientras tanto, mostraría un corte de luz que se registró en plena navegación, según reveló la esposa del cocinero Alfaro.
Mereles ya notificó a la jueza a cargo de la causa, Marta Yáñez, pero aún no fue llamada a declarar. En otro pasaje de la entrevista afirmó que su pareja le notificó que “los siguió un submarino inglés”. “Contó que habían visto a un barco ‘hacer cosas ilegales (él no me precisó qué)’ y tras esto se comunicaron con la base de Malvinas, y apareció ese submarino que los persiguió”. “Por eso a veces pienso que pasó algo más fuerte”, lamentó.
Hubo indicios que hacen pensar en que Alfaro sabía del riesgo que corría. “Ahora lo veo. Me firmó un poder para que pudiera tramitar una casa que estábamos pagando. Pasó el seguro, que estaba a nombre de su padre, a mi nombre. Y el día que tenía que embarcarse, no se quería ir”, recordó, antes de repasar los últimos movimientos de su marido, que a la luz de lo que después ocurrió toman nuevos sentidos. También le dejó las pruebas y papeles ordenados sobre el submarino.
“Le dije ‘No vayas si no querés’, pero me contestó que ‘me van a meter un cana’ (es decir, que hubiera sido sancionado) y me pidió que llamara a un remís. Se despidió de los chicos (un hijo de ambos de 9 y una adolescente de 18, a la que crió desde los 7). Y después me besó y se fue con el remís, pero hizo dos cuadras y volvió. Ahí me dijo que, si no volvía, no les perdonara nada a los de la Armada. Todavía no puedo creer lo que nos pasó. Hubiera sido su último viaje, porque el traslado ya estaba. Y fue el último, porque nunca volvió”, precisó la mujer: “Por eso quiero Justicia, pero la investigación está parada”, criticó.
En noviembre de 2017, Infobae publicó el testimonio de María Itatí Leguizamón, quien cuando la búsqueda del submarino paralizaba al mundo y todavía se buscaba a los 44 con vida, declaró a este medio que su marido, Germán Oscar Suárez, le había contado que en 2014 había habido una falla en el mar durante la que “pensaron lo peor”. No son los únicos testimonios que apuntan al estado del San Juan. Entre otros, Ruth Toconás, esposa del submarinista Mario Toconás, dio a conocer a los medios una libreta en la que su marido detallaba los problemas en la embarcación.