Más de ochos meses han pasado desde aquel 15 de noviembre de 2017 en el que se tuvo comunicación por última vez con el único submarino en servicio que poseía la Armada Argentina. A partir de allí, y en cumplimento de convenios existentes entre países que cuentan con este tipo de naves, se inició en el Atlántico Sur el más espectacular operativo de búsqueda y rescate internacional jamás visto en la historia de la navegación a nivel mundial. A pesar del descomunal esfuerzo, nunca se encontraron rastros concretos del San Juan.