El abogado explicó que el gobierno utiliza dos estrategias: por un lado, a través de la ley 6129 (de reurbanización del Barrio) que autoriza la escrituración a las familias, pero las deja desguarnecidas frente al endeudamiento. Por otro, con esta ley, logra que esas tierras que pierde a manos de las familias y que pretende recuperar cuando queden endeudadas y con la presión inmobiliaria, las pueda vender.

Además, según detalló Baldiviezo, mientras se da ese proceso a mediano y largo plazo, se pueden vender las parcelas que están vacías, como las que hay en el sector nuevo de la Villa 31 Bis, denominado Containera, para explotaciones comerciales. Es decir, “se va a poner en venta la tierra libre que era para la urbanización del barrio. El último censo del gobierno, en 2010, arrojaba 28 mil personas, y ahora hay 42 mil, y se están haciendo mil viviendas. Lo que hace falta es suelo, y lo destinan a la venta en lugar de utilizarlo para urbanizar”.

“El 60 por ciento de las cláusulas que figuran en el modelo de escritura son los procedimientos de ejecución para expulsarlos si no pagan”, dijo el letrado. Y advirtió que la ley aprobada puede terminar judicializada porque no cumplió con algunos procedimientos legales. “Al menos tendría que haberse llamado a audiencia pública, porque el artículo 63 de la Constitución de la Ciudad establece que es obligatoria “ante modificaciones de uso o dominio de bienes públicos”.