En ese sentido, sostiene que las políticas de drogas prohibicionistas afectan desproporcionalmente a las mujeres.
“El encarcelamiento de mujeres en América Latina supera, junto a Asia, al de cualquier otra región del mundo. Aunque es sabido que el número de hombres privados de libertad es mayor, los niveles de encarcelamiento de mujeres están creciendo a una tasa más rápida”, describe el informe.
El informe fue presentado en el marco de Proyecto de Visibilización del Impacto de las Políticas de Drogas impulsado por la Procuración Penitenciaria junto con la Fundación Friedrich Eber Stiftungy la Asociación de Pensamiento penal.
Sin embargo el principal problema que hay con la Ley de Drogas es que criminaliza el narcomenudeo y el microtráfico. La condena más frecuente es de 4 años es decir, que se criminaliza las economías de subsistencia y no se pelea contra el narcotráfico.
En el informe, la Procuración Penitenciaria exige que la Argentina comience a dimensionar el impacto real de las políticas de drogas que afecta a los derechos humanos de las mujeres y sobre todo comenzar a hacer una serie de reformas a las ley de Estupefacientes como la descriminalización del consumo, proporcionalidad de las penas y eliminación de penas mínimas obligatorias.
En la presentación del informe participó la experta en Política Internacional de drogas y miembro de The Washington Office on Latin America, Coletta Youngers, quien aseguró que “las mujeres encarceladas en delitos relacionados a las drogas están involucradas en su mayoría por tráfico de pequeña escala, transporte de drogas, cultivo e ingreso de drogas dentro de las unidades penitenciarias”.
Andrea James, ex detenida, fundadora y directora ejecutiva del National Council For Incarcerated and Formerly Incarcerated Women and Girls, brindó datos sobre el sistema carcelario en Estados Unidos y destacó la importancia de difundir la situación de las mujeres encarceladas y los efectos de la prisión no solo en ellas sino también en sus familias y los derechos que les son negados.
Además, explicó que “no solo debemos crear conciencia sobre el aumento del encarcelamiento de mujeres sino también debemos eliminar la vergüenza y el estigma de ser personas condenadas o de haber sido condenadas”.
70% de las presas tienen prisión preventiva
La Procuración Penitenciaria también expresó su preocupación sobre el aumento de la cantidad de mujeres que se encuentran en prisión preventiva. “Cerca del 70% de las mujeres privadas de la libertad no tiene una condena firme, cifra considerablemente mayor a aquella presente en la población de varones. La gran mayoría de las mujeres procesadas permanecen detenidas por delitos vinculados a la ley de estupefacientes”, consignó un informe.
El aumento de la población penal a nivel federal, lo cual trajo aparejado la reproducción de focos de sobrepoblación y hacinamiento que trae aparejado el inevitable deterioro de las condiciones materiales y de vida.