Amalia Pedro tiene 20 años y su hijo Lautaro, de un año y diez meses, falleció cuando la ambulancia que lo trasladaba a Embarcación -de donde era oriundo- se descompuso en medio de la ruta. Vive en la más absoluta pobreza, y confiesa: “a veces no tenemos qué comer”. Pero lleva una luz en su interior: hace poquito se enteró de que está otra vez embarazada, y va por el quinto mes