La decisión del gobierno de Alberto Fernández de desconocer el mandato de la presidenta de la transición de Bolivia, Jeanine Áñez, y de proteger al ex presidente Evo Morales de una reciente orden de aprehensión ha llevado a que las relaciones bilaterales de ambos países pasen por uno de sus momentos más difíciles. La Cancillería boliviana estudia presentar una queja formal, aunque ha decidido hacer antes consultas a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas con sede en Viena para respaldarse respecto a las restricciones que deberían establecerse a Morales en Argentina en el ámbito de sus actividades políticas.
Así lo ha adelantado la jefa de los diplomáticos de Bolivia Karen Longaric en una entrevista exclusiva con Infobae, en la que ha dejado también establecido que las relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos vecinos están ahora “prácticamente paralizadas”.
-Canciller, usted afirmó hace unos días en un mensaje por Twitter que no se puede otorgar refugio político a alguien que ha cometido delitos de lesa humanidad, como sería el caso de Evo Morales. ¿El Gobierno argentino incurre así en protección del ex presidente?
-Lo que señalé es lo que establece el Estatuto del Refugiado, de 1951, respecto a que las personas que hayan cometido delitos de lesa humanidad no podrían acogerse al refugio. Yo mencioné ese tema porque en los últimos días de la Presidencia de Evo Morales él había amenazado con cercar a La Paz y privar de alimentos a la población hasta que no resista más. La privación de alimentos a una población está tipificada como delito de lesa humanidad en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Así se podría pensar que la expresión de Evo Morales en ese entonces configura un delito de lesa humanidad, pero hace dos días ha salido un mandamiento de aprehensión contra él por los delitos de sedición, de terrorismo y de financiamiento del terrorismo, que son delitos comunes pero graves, que también están tipificados como un delito penal internacional, como es el terrorismo. En ese entendido, ahora no hablaríamos de delitos de lesa humanidad, porque la justicia boliviana no ha invocado ese tipo penal, sino de sedición, terrorismo y financiamiento del terrorismo. He tenido contacto telefónico con el representante de la ACNUR, con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que cubre los espacios territoriales de Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina. Pregunté si Evo Morales ya tiene el estatus de refugiado y me dijo que no, que había presentado una solicitud que una vez se constituya el CONARE en Argentina, que no está aún por el cambio de gobierno, en ese momento conocerán la solicitud de refugio de Evo Morales y veremos el resultado que dé la Comisión de Refugiados, si le otorga o no el refugio. Me imagino que lo que hará la Fiscalía boliviana es comunicar a las autoridades argentinas, a la Comisión Nacional de Refugiados en Argentina, ese mandamiento de aprehensión reciente contra Morales. Entonces el CONARE tendrá que tomar conocimiento de esa orden de aprehensión y evaluar si le da o no el refugio. Si le otorga estará pasando por alto la determinación del Ministerio Público de Bolivia.