López, ex secretario de Obras Públicas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, reiteró en varias oportunidades que el dinero incautado no le pertenece. “Es de otras personas cuyas identidades no puedo revelar“, precisó. “Mi intervención del traslado al convento fue forzada. El evidente interés de que me ocupara yo del tema es que ellos se sentían seguidos u observados y por lo tanto me pusieron a mí para no quedar expuestos ellos“, desarrolló.