La Guardia Costera nipona también informó de varias decenas de barcos a la deriva en la Bahía de Osaka que perdieron su anclaje por la marejada, entre ellos, un buque cisterna de combustible que quedó incrustado en el puente del aeropuerto de Kansai, con su tripulación a bordo, aunque sin llevar carga en esos momentos.