En septiembre, un submarino que transportaba más de cinco toneladas de cocaína fue interceptado en el océano Pacífico por la Guardia Costera de Estados Unidos.
La nave, un semisumergible autopropulsado (SPS) de 12 metros de largo que había sido detectado por un avión de vigilancia marítima, fue apresado el 1 de setiembre en las aguas internacionales con ayuda de la Armada colombiana. A bordo, los efectivos descubrieron 5,4 toneladas de cocaína, con un valor de mercado por más de 165 millones de dólares.
El propio Pablo Escobar habría sido uno de los primeros en utilizar este medio de transporte para los cargamentos de droga. El mayor misterio sobre el negocio ilícito que ha suscitado el extinto líder del cártel de Medellín es un supuesto submarino que dos ex agentes de la CIA dijeron haber encontrado. Doug Lax y Ben Smith hicieron una inspección en los mares de Colombia donde ubicaron los restos de la nave que, además, se decía que llevaba oculta una guaca con unos 70 millones de dólares.
La expedición fue televisada por el programa Finding Escobar’s Millions del canal de Discovery UK. En el documental se registra cuando los buzos profesionales encuentran restos de metal de la nave, y una caja que parece ser una batería. Pero nunca hallan el supuesto dinero o la droga que se decía permanecía ahí. Pocos dan crédito a que Escobar realmente haya tenido un submarino.
En el mercado negro internacional es imposible conseguir un submarino, por eso los nuevos capos han optado por fabricarlos con sus propios medios. Así lo ha podido confirmar la Fuerza Pública colombiana, que ya ha incautado naves de este tipo.
En 2017, la Armada de Colombia encontró el primer submarino eléctrico usado para transportar cocaína en la cuenca de los ríos San Juan y Baudó, zona rural del departamento de Chocó, fronterizo con Panamá. Fue una enorme embarcación de 11 metros color verde, que contenía, que gracias a su propulsión eléctrica podía navegar a tres metros bajo la superficie, hasta con tres toneladas de coca. Su construcción, que debió tardar entre cinco y seis meses, costó más de 1,5 millones de dólares según estimaciones de las autoridades.