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Economia

Importados: la cerveza brasileña ya cuesta menos que la argentina en algunos supermercados

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En las principales cadenas, etiquetas extranjeras dominan las góndolas de bebidas. Factores como la retracción en ventas y el stock acumulado modificaron la dinámica del sector

En los últimos meses, la oferta de cerveza brasileña amplió de manera notable el abanico disponible en las góndolas de supermercados argentinos. Las cadenas más importantes exhiben en sus heladeras productos de origen extranjero a valores más bajos que las principales marcas nacionales, un fenómeno que impactó directamente en la elección de los consumidores y en la estructura del comercio minorista local.

Históricamente, la cerveza nacional mantuvo una preeminencia absoluta en la preferencia del público argentino. Marcas tradicionales construyeron una fuerte presencia basada en campañas de marketing, identidad cultural y la percepción de calidad local. Sin embargo, durante el último año, la retracción en las ventas comenzó a modificar esa lógica.

Importaciones de productos extranjeros generanImportaciones de productos extranjeros generan un cambio en la estructura competitiva del mercado local (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las cadenas de supermercados, ante la acumulación de inventarios y un mercado menos dinámico, explotaron la posibilidad de importar cerveza desde Brasil. Además, el contexto cambiario y la mejora en los mecanismos de pago facilitaron la llegada de grandes volúmenes de producto extranjero. Estas cervezas suelen ubicarse en góndolas preferenciales, con precios que marcan diferencias considerables respecto a las nacionales.

Las cervezas más baratas en formato lata de 473 cc que se pueden conseguir en una cadena de supermercados típica de Mar del Plata, son las que se detallan a continuación:

  • Itaipava rubia – $999 – Origen: Brasil
  • Schneider rubia – $2.090 – Origen: Argentina (Santa Fe)
  • Amstel Lager – $2.150 – Origen: Argentina (marca es holandesa, se produce con licencia en el país)
  • Imperial Rubia – $2.290 – Origen: Argentina
  • Quilmes Clásica – $2.345 – Origen: Argentina

El fenómeno también obedece a cambios en la estructura de costos para las grandes cadenas. Los convenios mayoristas, la cotización de monedas y el abaratamiento de los envíos desde Brasil transformaron los números. Ante un consumo que no repuntó y un público más sensible al precio, la reconversión del circuito de compras en supermercados incorporó alternativas de origen extranjero.

“La industria de alimentos y bebidas no está ajena al impacto del llamado costo Argentino. La industria es eficiente y competitiva dentro de los centros productivos, pero cuando sale de la planta se ve afectada por los efectos del costo argentino”, explicaron fuentes de la industria de la cerveza.

En ese contexto, mencionaron la alta carga fiscal del rubro, con la cerveza como caso icónico, con una carga extra de 52,4% y siendo el producto más afectado por los impuestos en Argentina.

Precios en el portal dePrecios en el portal de una cadena de supermercados (NA)

“A esto se suman los jugadores informales, que compiten con altas tasas de evasión. Si se toma la recaudación de ARCA: pocos pagan impuestos, y los pocos que pagan, pagan mucho. Adicionalmente, el costo logístico es muy alto, especialmente para la industria de bebidas que tiene muchas ineficiencias. Hoy, arriba de un camión de bebidas van 3 personas, un chofer y dos ayudantes. Eso en otros países del mundo no sucede”, agregaron.

También destacaron otro tema coyuntural que afecta el desarrollo de la industria y que no permite la competencia leal: el crecimiento del contrabando. “Hoy entran productos de Bolivia, Paraguay y Brasil que compiten injustamente con nuestra producción nacional. Las categorías más afectas son la cerveza, el café, la harina y por supuesto también artículos de cosmética y electrónica”, cerraron.

Fuentes del sector alimenticio explicaron, en diálogo con Noticias Argentinas, que este proceso no solo afecta a los productores locales, sino que repercute en todos los eslabones del sector. Las empresas nacionales, ante el avance de la competencia internacional y la sobreoferta, ajustaron su producción y revisaron estrategias comerciales. “Se siente el impacto en las ventas y hay capacidad ociosa en muchas plantas”, reconoció un ejecutivo vinculado al rubro.

A las condiciones de mercado se suma un cambio en los hábitos de consumo. Los compradores argentinos evalúan cada vez más el rendimiento de su dinero y buscan promociones, descuentos y productos alternativos. El desembarco de la cerveza brasileña responde a esa necesidad de opciones dentro de un contexto de ajuste. Las campañas en redes sociales y la exhibición en puntos clave dentro de los supermercados potenciaron la visibilidad de estas etiquetas.

En algunos casos, la oferta de cervezas importadas se combina con promociones exclusivas para compras por volumen. La tendencia beneficia a los consumidores de productos envasados, ya que la venta en bares y restaurantes registra menor movimiento, lo que refuerza la presión de stock en supermercados y mayoristas.

Las estimaciones del sector indican que, desde fines de 2023, el ingreso de cerveza brasileña creció alrededor de un 20%, mientras las exportaciones argentinas hacia el exterior se establecieron en niveles bajos. La diferencia cambiaria y la logística simplificada impulsaron el flujo comercial entre ambos países.

El ingreso de producto extranjero genera un debate entre fabricantes nacionales, distribuidores y empleados del sector. Algunos actores reclaman medidas para proteger la industria local frente a la competencia extranjera, mientras otros consideran que el consumidor debe tener la posibilidad de elegir libremente entre distintas marcas y orígenes.

El escenario presenta desafíos para la industria nacional. La presencia de abastecimiento importado presiona sobre los precios internos e influye en la rentabilidad de las cerveceras argentinas. Además, la competencia desdibuja la concentración que durante años sostuvieron las principales compañías cerveceras del país.

Hoy, el consumidor se enfrenta a una góndola con más opciones, etiquetas nuevas y diferencias de precios que marcan la conducta de compra. Las grandes superficies utilizan la cerveza brasileña como un producto de atracción, que puede facilitar la venta de otros artículos vinculados al consumo masivo.

Algunas voces del sector advierten que el fenómeno de la cerveza importada podría extenderse a otras categorías de productos si persisten las condiciones de mercado. El impacto sobre el empleo, la producción y la distribución local se mantiene como tema de análisis entre empresarios y cámaras que nuclean la industria de las bebidas.

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