-Estuvo recibiendo a varios empresarios, por ejemplo, vio al dueño de Mercado Libre, Marcos Galperín, y conversó con el CEO de Clarín, Héctor Magnetto. ¿Qué es lo que le dicen en esas reuniones?

-En la campaña también hablé con muchos empresarios, lo que pasa es que no lo difundía. Ellos tienen una gran preocupación y advierten que en el problema que se ha creado no tenemos nada que ver nosotros. En realidad, este es un problema que se inicia en marzo de 2018. En esos momentos, Cristina estaba cuidando a su nieta, yo estaba dando clases en la facultad y Axel estaba con su Clio dando vueltas por la plaza. No teníamos nada que ver y la crisis les explotó. Y ahora la crisis sigue profundizándose y no es por nuestra culpa, es porque el Gobierno no le encuentra la vuelta. Tenemos que llevar tranquilidad y la tranquilidad es preservar la institucionalidad, garantizar que el Presidente termine su mandato normalmente. Que dejen de hablar los que están alrededor del Presidente.

-¿Se refiere a Elisa Carrió?

-Por ejemplo. Me parece bien que quiera recibir con los brazos abiertos a los ricos que están esquiando o veranean en Europa, pero la verdad es que la cosa es lo suficientemente grave como para que hable un poco en serio alguna vez. Pero también a Pichetto, que dice “Alberto Fernández quería un dólar a 70”. Yo nunca quise un dólar a 70, quiero un dólar real que le dé competitividad a la Argentina.

 

-En esta realidad económica tan compleja que le va a tocar heredar si las urnas lo ratifican como presidente, ¿qué rol le tocará jugar a los trabajadores en ese acuerdo que plantea?

-Enorme. Después de hablar con el Presidente, hablé con Héctor Daer y le pedí que hablara con todo el sindicalismo de todas las centrales -también iba a llamar a Sergio Palazzo y a Hugo Moyano pero todavía no tuve tiempo- para decirles “miren que estamos en una situación crítica, tratemos de mantener la calma social”. Y la verdad es que cuando vos recorrés al interior te das cuenta el enorme esfuerzo que están haciendo las intendencias para sostener la tranquilidad no solamente con subsidios también con el apoyo a las pymes, para que no generen más desempleo. Es impresionante el modo en que el Estado nacional se desentendió del problema y las intendencias fueron el socorro de la gente.

-¿Entiende que un paro o una protesta sería contraproducente en este momento?

-Cualquier cosa que intranquilice el clima social es preocupante, mejor que no ocurra. Porque además a río revuelto a veces los que ganan son los más malvados. Entonces, cuanto más tranquilidad podamos tener mejor.

-Es importante lo que marca sobre la red de ayuda que llevan adelante las intendencias porque si ya en la campaña hablaban de comedores desbordados hay que pensar en una situación todavía más complicada en los próximos meses.

-Es tremendo. Estuve en Tucumán con Juan Manzur y me mostraba la cantidad, hay alrededor de 130, cocinas comunitarias las llaman, porque en verdad preparan viandas para que la gente se las lleve a su casa y coman, así tratan de mantener las familias unidas en sus casas, y no que los chicos vayan a un lado y los padres coman el otro. Es un esfuerzo enorme lo que están haciendo y que de verdad tanto esfuerzo sería bueno que no se desperdicie con conflictividad social.