Impulsado por la desaceleración de los precios, el crédito al sector privado mantuvo en mayo una tendencia creciente, aunque con menor intensidad que en meses anteriores
El saldo total de los préstamos en pesos al sector privado alcanzó en mayo los $72,4 billones, lo que representa un incremento del 5,1% en términos nominales con respecto al mes anterior. En comparación con mayo de 2024, cuando el stock era de $24,7 billones, el crecimiento interanual nominal fue del 192,6%. Sin embargo, al ajustar los valores por inflación, el aumento real del último mes fue del 3,3%, mientras que el crecimiento real interanual trepó al 103,2%.
Los datos se desprenden de un informe realizado por First Capital Group, en base a estadísticas difundidas por el Banco Central. Para calcular las variaciones reales, la consultora se basó en las estimaciones disponibles del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondientes a abril, dado que el dato oficial aún no fue publicado por el Indec. Según los relevamientos de consultoras privadas que se difunden en los medios de comunicación, la inflación de abril habría rondado el 1,8%, mientras que la inflación acumulada de los últimos 12 meses se ubicaría en torno al 44 por ciento.
En este contexto, el socio de First Capital Group, Guillermo Barbero, destaca que se mantiene en forma sostenida el crecimiento real de los préstamos en pesos al sector privado. “No obstante, este mes no se ha mantenido el ritmo de los meses anteriores”, señaló. El economista advirtió que “el alza del costo del financiamiento puede haber afectado la demanda de operaciones en algunas líneas”.
Qué préstamos se otorgaron
El informe analizar con mayor detalle el comportamiento de las principales líneas de crédito. En primer lugar, se destaca el desempeño de los préstamos personales, cuyo saldo alcanzó los $15,7 billones tras una suba del 6,0% nominal mensual. En términos interanuales, el crecimiento de esta línea fue del 353,5%, frente a los $3,5 billones registrados un año antes.
Esta evolución refleja una significativa recuperación del crédito al consumo, aunque, según el estudio, también se observa cierta moderación en el ritmo de expansión en relación con los meses previos.
Otra línea analizada es la de préstamos con tarjeta de crédito, que tuvo un crecimiento mensual del 3,6% en términos nominales. El saldo acumulado en mayo fue de $10,7 billones, lo que equivale a un crecimiento interanual del 206,4%. Aunque el uso del financiamiento con tarjeta sigue siendo elevado, la variación mensual por debajo del promedio del sistema puede estar vinculada al encarecimiento del crédito y a un posible menor dinamismo del consumo.
Por su parte, los préstamos comerciales —aquellos que se otorgan a empresas para financiar capital de trabajo u otras necesidades operativas— registraron un alza nominal mensual del 5,8%, con un saldo de $25,3 billones. En comparación con mayo del año pasado, el crecimiento interanual fue del 168,3 por ciento.
Los préstamos con tarjeta de crédito crecieron 70,1% en términos reales en el último año (Shutterstock)
En el informe también se menciona el comportamiento de otras líneas, como los créditos prendarios, que aumentaron un 5,2% en mayo, alcanzando un saldo de $1,4 billones. En tanto, los créditos hipotecarios evidenciaron un crecimiento mensual del 5,9% y un incremento interanual del 298,7%, con un saldo total de $741.000 millones. Aunque esta línea aún representa una porción menor dentro del total del financiamiento en pesos, el salto interanual la convierte en una de las más dinámicas del sistema.
Cabe aclarar que estos datos corresponden exclusivamente al crédito en pesos al sector privado y no incluyen préstamos al sector público ni operaciones en moneda extranjera.
Para los especialistas, el crecimiento de los préstamos en pesos al sector privado se mantiene robusto tanto en términos nominales como reales. No obstante, el freno relativo observado en mayo respecto a los meses anteriores podría ser una señal temprana de moderación, impulsada por factores como el aumento del costo del financiamiento y cierta cautela por parte de las empresas y los consumidores. Habrá que esperar a conocer los datos de inflación oficiales y la evolución del crédito en los próximos meses para confirmar si se trata de una pausa momentánea o del inicio de una tendencia más marcada.