El Superclásico, cuestión de Estado

“Vamos a permitir que haya visitantes”, anunció el mandatario para confirmar que ese partido se convirtió en una cuestión de Estado. El aviso fue hecho durante una entrevista por Radio La Red, una emisora cuya programación es mayoritariamente deportiva, donde el mandatario hizo la siguiente reflexión: “Naturalizamos ir a la cancha y no escuchar al visitante haciendo un gol. Esto no es fútbol”. A pesar de las palabras del mandatario, ayer por ejemplo se jugó el clásico rosarino entre Central y Newell’s: fue en la cancha de Arsenal de Sarandí y a puertas cerradas.

Durante los últimos años y por recomendación de especialistas en seguridad y representantes de las fuerzas y provinciales, los partidos internacionales y del torneo local fueron jugados solo con público local para evitar hechos de violencia entre simpatizantes. Con el tiempo, el gobierno de Cambiemos intentó revertir esa restricción con pruebas piloto en partidos aislados.

Para Macri, el partido entre Boca y River “es una oportunidad histórica y tenemos que inmortalizarla con un espectáculo completo. Completo es que haya una hinchada visitante”, indicó y sostuvo que esa posibilidad sería “una demostración de que estamos cambiando”.

“Me levanté esta mañana y me dije ‘vamos a hacer que esta final tenga todos los condimentos’”, dijo para justificar su decisión. “Tuve una reunión de trabajo” con Rodríguez Larreta y tanto la ministra Patricia Bullrich como su par porteño, Martín Ocampo, ya “están arreglando con qué pautas” de va a permitir el público visitante. Ambos funcionarios, añadió Macri, “mañana comunicarán cómo serán los recaudos”.

Por su parte, el ministro Ocampo, quien en horas de la mañana dijo que “no estaban las condiciones dadas” para que hubiera visitantes, afirmó al mediodía y después de los mensajes de Macri que “se evaluó la cantidad de personal disponible” y se resolvió que haya alrededor de “cuatro mil visitantes” en cada encuentro.

Macri se entusiasmó y rescató que esa final “será una fiesta histórica en la que alguien va a ganar y alguien va a perder”. También reconoció que, “al estrés que tengo como Presidente, sumarle el estrés como hincha (de Boca), es mucho”.