Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) son los encargados de intimidar y presionar a la tripulación del buque “Manuela Sáenz“, y así fueron embarcados el 1 de mayo desde Venezuela rumbo a Cuba cargado de gasolina y diésel.
Los funcionarios de inteligencia actuaron cuando parte de la tripulación del Manuela protestó y el capitán del buque se negó a cumplir las órdenes de llevarlo hacia Cuba. Los policías del Sebin bajaron al capitán y ellos subieron al buque en un acto de intimidación. De ahí en adelante ninguna otra persona opinó ni dijo nada al respecto. Tampoco el nuevo capitán con el que sustituyeron al anterior.
Haciendo una búsqueda en traffic Marítimo se ve la ubicación de los buques y, aunque el “Manuela Sáez” ahora aparece en Cuba, durante el trayecto lo desconectaron del posicionador satelital, de manera que aparecía entre Jamaica y Haití para evitar las sanciones que Estados Unidos tiene. ¿Cómo sale ese buque tan fácilmente hacia Cuba si existe un bloqueo? Lo más grave es que la crisis del combustible en Venezuela es desesperante.
En los estados fronterizos las colas pueden durar días. Ya los grupos irregulares que manejan la gran industria del combustible se han asesinado a contrabandista entre ellos.
En un mapa sobre la Situación de reserva de gasolina en Venezuela, que fue elaborado con personal de Petróleos de Venezuela (PDVSA), se revela la grave crisis del combustible al interior del país, mientras el régimen de Nicolás Maduro le envía un barco lleno a la isla caribeña.
El régimen de Venezuela está a punto de dejar perder el buque Río Arauca, uno de los barcos más modernos y con mayor capacidad de transporte de crudo, por no pagar menos de dos millones de dólares. “Ese barco que está en Lisboa en cada viaje le generaría mucho más dinero que esa deuda”, revela una fuente.
En el lugar, desde hace dos años, hay otros dos buques de la flota de PDVSA en total abandono. Uno es el “Negra Matea”, que perdió a nueve de los marinos mercantes porque se fueron al tener problemas familiares, pero conservaba 17 personas a bordo. El otro es el “Parnaso”.
El viernes 3 de mayo dividieron a la tripulación del primer barco para tratar de salvar al segundo, que está en el dique de Lisnave. La medida busca evitar su pérdida, ya que la operadora encargada, desde que fueron adquiridos por PDVSA, entregó todos los buques al no poder cobrar deudas. Es así como ocho de los 17 tripulantes del “Negra Matea” fueron enviados al buque “Parnaso” para evitar que se pierda. Lo inaudito es que esa tripulación no cobra ni un céntimo desde hace seis meses. Y en este momento, tanto el “Negra Matea” como el “Parnaso” tienen el mismo capitán para los dos.
Lamentablemente para Venezuela eso no sucedió con el Río Arauca, que se perdió al no tener personal. Ese buque tenía una condición especial, porque su operación era venezolana, pero el dueño del barco era alemán y su bandera estaba en las Islas Marshall. El barco llegó a Lisboa el 24 de julio de 2017 y fue de inmediato detenido por deudas a acreedores internacionales. Posteriormente se le sumaron las deudas que generó con el puerto de Lisboa, que ya son más de dos millones de euros y sigue creciendo a 20 mil dólares por día, por lo que sigue en Mar de la Paja, frente al Terreiro del Trigo, pero en manos de otra tripulación que ya no responde a PDVSA. Esa deuda no ha parado de crecer.
Once meses estuvieron esos tripulantes, como prisioneros, sin poder bajar del barco. “El desinterés del Estado venezolano es total. No les importa que se pierdan los bienes. Cómo es posible que hayamos perdido el buque Río Arauca por no tener tripulación”, revela la fuente.
La deuda a la tripulación del Negra Matea es desde 2017, por lo cual muchos han renunciado. “Les han prometido a quienes se quedaron que les darían unos viáticos para que se fueran, pero no sé cómo van a hacerlo si todo está bloqueado. Es la única tripulación que está afuera desde hace más de un año, sin que puedan ver a la familia y esperando que les paguen los diarios para poder tener artículos personales”.
Ahora acaban de llegar dos nuevas demandas contra el Parnaso, por parte de Bsm, la antigua manejadora de los llamados dioses griegos, que son 8 pertinentes a PDVSA, y por parte de personal que renunció y aprovechan la serie de demandas para que les paguen deudas. “Todo el que ha renunciado no les ha pagado, entonces ellos deciden no demandar a Venezuela porque cómo hacerlo si es contra el Estado, así que se van por la vía internacional”.