El flamante jefe del Bloque Justicialista, Carlos Caserio afirmó que “es una circunstancia trágica que Argentina le venda alimentos a 400 millones de personas en el mundo y que no sepamos cómo resolver el hambre de 15 millones de argentinos”. “No hay soluciones mágicas, no estamos ante una catástrofe natural, sino ante políticas económicas erradas”, insistió el senador cordobés. Luego de calificar a la emergencia como un “paliativo”, Caserio propuso que “más allá de quien gobierne, la única solución pasa por generar que la Argentina crezca”, y propuso que “se termine la fiesta financiera”.

Sin otros oradores, el oficialismo se reservó el cierre del debate. Como jefe del interbloque de Cambiemos, Naidenoff trató de exculpar a su gobierno por la crisis: “La pobreza es un problema que excede a una mirada mezquina en el contexto previo al 27 de octubre”, consideró Naidenoff, y alertó que “independientemente de los ciclos siempre pendulares (de la economía), la variable inmodificable fue estos 18 años de emergencia alimentaria y social”, dijo el senador radical.

Afirmó que Cambiemos heredó una pobreza de la gestión kirhnerista: “el 34 por ciento de los argentinos estaba en situaciones de precariedad o informalidad”; “el 50 por ciento de los chicos no habían terminado la secundaria”; y “de cada tres hogares, uno presentaba condiciones de construcción que dejaban mucho que desear”. Después dobló la apuesta: “Cuando uno asume en default, con cinco tipos de cambio, con una economía cerrada, con socios poco recomendables como Irán y Venezuela, sin margen por te dejaron sin reservas, ¿cómo financiás un Estado?, dijo y preguntó el formoseño.

Naidenoff dejó para el final fue una advertencia para la oposición en modo electoral: “Lo que estoy escuchando de una elección que no se realizó es más miedo que propuestas. Ojo cuando se siembra el miedo”.