En el desglose de los centros urbanos con mayor cantidad de personas debajo de la línea de pobreza, el indeseado ranking lo lideran Corrientes (49,3%), Concordia (41,9%) y Gran Resistencia (41,4%), todos muy por encima del 32% nacional.
Debajo del límite de la indigencia están el 13,8% de los correntinos, el 10,6% de los que viven en Gran Resistencia y el 8,5% del Conurbano bonaerense, sector golpeado por la recesión y la brusca caída de la actividad industrial que por las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri destruyeron fundamentalmente a las pymes.
Gran San Luis es donde menos indigencia hay del país con un 2,2% y la Ciudad de Buenos Aires, con un PBI per cápita de U$S 23.606, tiene el menor índice de pobreza de la Argentina con 12,6%.
El Indec mide la pobreza a partir de la posibilidad que tiene una persona o un núcleo familiar de adquirir la cantidad mínima de alimentos, indumentaria y servicios que integran la Canasta Básica Total (CBT).
Esta canasta, para una pareja con dos hijos de 6 y 8 años, alcanzó a fines del año pasado a $25.493,80, lo que marcó un aumento del 52,9% en relación a diciembre del 2017 .
En cuanto a la indigencia, se fija por la cantidad mínima de comida que requiere una persona o una familiar, para subsistir, y que a fines del año pasado estaba en $ 10.197,53, con un aumento del 53,5% interanual.