Del sondeo surgen otras medidas drásticas. Un 25% de la gente, por ejemplo, ajustó en remedios: dejó de comprar algún medicamento o discontinuó un tratamiento médico por no poder pagarlo. Más de un tercio, en tanto (34%), se atrasó con las expensas; casi la mitad (46%) se dio de baja de su prepaga o cambió a un plan más económico; y un 56% redujo sus compras de alimentos.
Aún más masivamente, y siempre según la encuesta de Voices!, 6 de cada 10 personas buscaron este año hacer un menor uso de los servicios públicos (como luz y gas) y reducir la cantidad de viajes que hace en medios de transporte. También casi todos recortaron salidas y actividades recreativas pagas (86%), compraron menos ropa (85%) y postergaron la compra de electrodomésticos (81%).
Lo que sucedió en paralelo, según la investigación, fue que casi todos los encuestados (95%) pusieron en marcha este año alguna estrategia para gastar menos o ahorrar en sus compras de todos los días, siendo la principal comprar más en promociones y aprovechar descuentos, algo dicho por el 64%.
Además, 4 de cada 10 personas manifestaron que ahora frecuentan más comercios “para buscar precio”, llevan menos cantidades y eligen marcas más baratas.
“La conducta de buscar descuentos y promociones se instaló desde la crisis de 2001, pero se agudiza muchísimo en momentos de crisis económica como los actuales”, explicó Mariana Rodríguez, directora de Atención al Cliente de Voices!.
Otro de los hallazgos fue que, en las distintas góndolas, el ajuste adquirió características particulares. En las de lácteos, productos de almacén y de limpieza, la mitad de la gente pasó a comprar marcas más baratas o productos sueltos. Pero en artículos de perfumería y cuidado personal, bebidas alcohólicas y carnes, la opción predominante fue comprar menos unidades de las mismas marcas.
“Los niveles socioeconómicos (NSE) medios han tenido que reducir sus consumos tanto como los bajos -destaca el informe-. Los más jóvenes y los de NSE medio y bajo han cambiado más de marcas en limpieza. Y en lácteos, el cambio de marca por precio atraviesa a todos por igual.”
“Llama la atención que los encuestados, en su gran mayoría (un 83%), sienten que las marcas de consumo masivo no los están acompañando en estos momentos difíciles, ni con sus precios ni con el tono de sus comunicaciones”, subrayó Rodríguez.