Por más que la caída de la actividad, según esta proyección, es inferior a la de 2016, cuando redondeó un retroceso de 1,8% en doce meses, es un dato muy negativo y contundente, si se observa que en 2017 el PBI había aumentado 2,9% y en el primer trimestre de 2018 se había alcanzado un crecimiento de 3,6% respecto del período enero-marzo de 2017.