El martes, Gabriel Benjamín Romero, dueño de esa importante compañía, declaró como arrepentido ante Carlos Stornelli, el fiscal del caso iniciado por los cuadernos. Ayer volvió a declarar ante el juez y el fiscal del caso. Admitió haber entregado dinero a Baratta aquel día. La empresa EMEPA explota desde hace unos 20 años un enorme negocio que es la Hidrovía y también está a cargo de Ferrovías, que explota ferrocarriles, que estaba bajo la supervisión de Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte del kirchnerismo, preso y coimero confeso.