Esta consecuencia casi directa de la educación sexual integral y el reconocimiento de lo que es un abuso se da en mayores de 9 años, y principalmente entre quienes tienen de 12 a 14 años: “En este grupo se ve claramente que la develación surge a partir de las clases de ESI en la escuela, que allí se dan cuenta que situaciones que han vivido anteriormente, cuando eran más pequeños, pueden resignificarla a partir de los conocimientos adquiridos en la clase de ESI y entender que fue una conducta abusiva”.
El 65% de estos abusos es denunciado por chicas, mientras que el 35% es de varones. El 80% de los abusos ocurrió en sus propios hogares, por un familiar o una persona conocida.
Si bien la mayoría de las denuncias proviene de estudiantes de escuelas públicas, no significa que haya más abusos a alumnos de estas escuelas sino que se da más ESI y los docentes también denuncian más. “Lo ideal es que una vez que un chico relata un abuso las autoridades de la escuela lo comuniquen al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes o al organismo de protección de niñez que haya en casa jurisdicción. Y de allí llega a la Justicia -explica Bendel-. Lo que vemos es que en los colegios privados, en vez de hacer la denuncia se avisa a los padres, cuando sabemos que ocho de cada diez abusos son en los mismos hogares”.